Pues sencillamente porque no quieren -respondí enfáticamente- porque hemos sabido de muchas personas, que precisamente cuando han sido limitados en alguna de sus facultades físicas es precisamente cuando más han logrado (Tony Meléndez por ejemplo).
Otra persona me preguntaba, también a través de las entrevistas: "¿Por qué no hay un programa de Gobierno donde se le informe a la población, a la ciudadanía sobre todos estos conocimientos que ahora nos comparte aquí en San Pedro?". Creo que no habría pobreza, no tanto descontento en el país.
Pero qué ganaría el Gobierno -le contesté-. ¡Si la gente no quiere salir de donde está!
Pues no creo que sea así, si nos ofrecen algo positivo, no creo que la gente lo rechace.
Tanto lo rechaza, que a usted mismo -le reproché-. ¿Cuántas veces lo he invitado a alguno de los programas que realizamos aquí en San Pedro, y siempre ha puesto infinidad de pretextos para no asistir, y no obstante que trae tantos problemas en todos los sentidos?
Tiene razón, Ing. Germán, la realidad es que no queremos apreciar las oportunidades que se presentan -terminó diciendo al tiempo que se despedía de mí.
Oía un cuento en la radio, donde podemos comprender mejor estos conceptos: pusieron en una jaula a dos ratoncitos, los pellizcaron para que se excitaran y se lanzaran uno contra el otro.
Después de mucho luchar, uno de los ratoncitos resultó el vencedor. Inmediatamente lo sacaron de la jaula y lo introdujeron a otra jaula donde estaba otro ratón, los volvieron a incitar a pelear y nuevamente volvió a ganar el mismo ratón.
Otra vez lo sacaron de esa jaula y lo pasaron a otra, inmediatamente se lanzó contra el ratón que ya estaba ahí, y de nuevo volvió a ganar, y así sucesivamente, en cada jaula que lo ponían, no había duda, volvía a ganar, ¿Por qué?
Pues porque su instinto ya se había condicionado, y había aceptado que él era ganador, un triunfador y así actuaba.
En cambio el ratón que había perdido en la primera jaula, lo llevaron a la jaula de un ratón que no había peleado, lo pellizcaron, se inició la pelea y de nuevo, el ratón perdedor volvió a ser derrotado, lo llevaron a otra jaula y como se esperaba, volvió a perder y así sucesivamente, hasta que llegó el momento en que cuando lo introducían en una nueva jaula, inmediatamente se agazapaba en uno de los rincones de la jaula temblando de miedo, ¿Por qué?
Pues porque su instinto ya se había condicionado a ser un perdedor, ya no hacía ni siquiera el intento de luchar.
¿Y cuántos de nosotros habremos condicionado nuestra mente de esa manera? Ya no queremos luchar, ya no queremos hacer nada positivo, ya hemos dado por hecho que debemos sufrir, que no podemos obtener cosas buenas en la vida, que no hay felicidad para nosotros, que debemos aceptar las "sobras" los "desperdicios" que ya otras personas no quieren.
Ojalá, que usted haya leído con mucha atención esta obra escrita para usted, la haya meditado profundamente, ahora sólo le pido que los ponga en práctica.
Estamos llegando al final, o más bien al principio de su realidad, tal vez durante el tiempo que tardó en llagar hasta aquí ha aprendido muchas cosas que le han dado un nuevo significado a su vida, y esto está bien, pero déjeme decirle: "Sólo el que maneja las técnicas básicas con maestría, y repite constantemente los ejercicios básicos, es el que asegura el éxito a largo plazo".
Tal vez su nivel de energía durante este proceso ha estado muy alto. En cada capítulo había algo nuevo; pues bien, ha llegado la hora de la verdad, la hora en que su práctica constante, puede empezar a dar resultados.
Este proyecto surgió con la idea de tener una "Actitud de Clase Mundial" en la Comarca Lagunera y en México entero, por lo tanto le pido que escriba y tenga muy claro la forma en que se quiere sentir cada día, como quiere ser cada día, en qué tipo de estado emocional quiere permanecer; estar alegre, ser amigable, estar impecable, dar amor, ser cariñoso, ser fuerte, es decir no tener sólo metas para tener cosas materiales o dinero.
Desarrolle metas de cómo quiere sentirse, cómo quiere vivir su vida, cómo crecer esa pasión que hay en usted, cómo sentirse más fuerte cada día, có-