A casi un mes de haber cancelado su noveno concierto de la temporada ante la contingencia sanitaria que paralizó al país, la Camerata de Coahuila presentó su décimo concierto en un prácticamente lleno Teatro Nazas.
El programa estuvo conformado por las famosas Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi (1678-1741) y la Primera Sinfonía en Do Mayor Op. 21 de Ludwig van Beethoven. (1770-1827).
Las Cuatro Estaciones son una serie de conciertos para violín, orquesta de cuerdas y continuo que fueron publicados en Ámsterdam en 1725 dentro de una colección de doce obras titulada "Il Cimento Dell'armonia e Dell' inventione" (El contraste entre la armonía y la invención). De hecho, estos conciertos tal y como lo deja claro el propio Vivaldi en su dedicatoria a su mecenas el conde Wenzel von Morzin, ya existían en forma de manuscrito desde hacía algunos años antes, pero el compositor les agregó para su publicación unos sonetos para ilustrarlos, e incluyó en la partitura algunas referencias hacia esos poemas para que se pudiese seguir mejor la historia.
Hecho que convierte a las Cuatro Estaciones en un magnífico ejemplo de la música de "programa" y de la obsesión barroca por imitar a la naturaleza.
Es así que estas cuatro obras describen las estaciones del año, a través de una serie de eventos entre los que se podrían mencionar el trino de los pájaros, la lluvia, relámpagos, un baile campirano, una cacería, el ladrido de los perros, la nieve, el frío, etc. Es decir, una verdadera historia que es contada a través de la música.
Sin lugar a dudas estos conciertos representan una enorme dificultad para los ejecutantes y en especial para el violín solista, retos técnicos que fueron superados con gran arte por la orquesta y por el maestro Tatul Yeghiazaryán, quien asumió con gran talento el doble papel de solista y director.
Después del intermedio se interpretó la Primera Sinfonía en Do Mayor Op. 21 de Ludwig van Beethoven. Esta obra fue escrita a finales de 1799 y principios de 1800 y estrenada el 2 de abril de 1800.
Esta obra de juventud presenta muchos de los rasgos que más adelante habrían de caracterizar a la música de Beethoven, pero también se trata de una partitura que contiene muchos aspectos que nos recuerdan a la Sinfonía No. 41 "Júpiter" de Wolfgang Amadeus Mozart.
Esta liga mozartiana es más amplia de lo que podría sospecharse en un principio, pues el concierto en Viena en la que fue estrenada, inició con una sinfonía de Mozart y por el hecho de que Beethoven la dedicó al barón Gottfried van Swietten (1733-1803), quien además de ser amigo de Mozart y de Haydn, fue quien se hizo cargo de realizar los arreglos para el funeral de Mozart. Esta Primera Sinfonía de Beethoven recibió una excelente interpretación por parte de la Camerata de Coahuila siendo justo destacar la excelente sonoridad que tuvo la orquesta.
Tal vez la manera cariñosa con que el público recibió a los músicos al iniciar el concierto haya sido en parte el resultado del forzado ayuno musical al que tuvimos que someternos como consecuencia de la contingencia sanitaria provocada por el virus de la influenza.
Lo que es indudable es que la ovación con que se despidió a la orquesta y a su director invitado al terminar la interpretación de cada una de las obras del programa fue el resultado del excelente trabajo que realizaron los músicos de la Camerata de Coahuila bajo la dirección del maestro Tatul Yeghiazaryán.
Op.: Abreviatura de la palabra latina opus (obra). El número indica la ubicación cronológica de la partitura con respecto a la producción de un autor.
Continuo: O bajo continuo es un acompañamiento utilizado en el período barroco y que puede ser asumido por las cuerdas, la guitarra, el laúd o algún instrumento de teclado tal y como fue en el caso del concierto del viernes 22 en el que se empleó un clavicémbalo.
