GMM en equilibrio con la ecología

 MÉXICO, DF.- La historia de General Motors de México (GMM) está ligada a programas de responsabilidad social desde sus casi siete décadas y media de presencia en el país.

Sin contar con un departamento especial que atienda esta labor, la compañía destaca por mantener una postura de buen ciudadano corporativo en todos los aspectos del negocio; pero también, por asegurar el bienestar de las comunidades donde opera, explica Tere Cid, gerente de Relaciones Públicas y Comunicación de la empresa. Para asegurar una imagen balanceada, apunta, la firma debe hacer más que sólo excelentes productos. Por ello se empeña en mantener un diálogo permanente con la sociedad y con sus trabajadores. "El compromiso de responsabilidad social se enfoca a cuatro pilares importantes: el medio ambiente, la comunidad, la seguridad y la diversidad".

Desde hace algunos años, el tema del cuidado del medio ambiente y recursos naturales se ha convertido en un pilar para la marca, haciendo hincapié en el cuidado del agua en las plantas de manufactura de Toluca, Ramos Arizpe, Silao y en San Luis Potosí, agrega Cid. De igual manera, los complejos de San Luis Potosí, Ramos Arizpe y Silao no emiten descarga alguna a la red municipal de drenaje; esto significa que 90% del agua tratada se recicla en el proceso y el otro 10% se evapora. "Estamos avanzando en el ahorro de luz durante el día, evitando el uso de la energía eléctrica y utilizando lámparas de alta eficiencia". Asimismo, todas las plantas están certificadas y reconocidas como Industria Limpia por la Profepa, entidad que depende de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, lo que demuestra el compromiso de la compañía. Pero las cosas no paran ahí, comenta la directiva, "durante el ciclo de producción, desde su concepción hasta su manufactura, la marca ofrece vehículos con un balance ecológico dotados de motores más eficientes y carrocerías biodegradables".