Enfocados los reflectores en el terrible episodio de la guardería ABC de Hermosillo, hasta hoy se ha soslayado la otra tragedia, es decir, la que vive el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ante su dramática condición financiera. Del tamaño de ésta, al margen, naturalmente, de los formidables boquetes del organismo en el renglón de reservas para jubilaciones y pensiones de sus propios trabajadores y de las de sus seguros de enfermedades ymaternidad y atención a jubilados, habla una caída de ingresos para este año, calculada en 2 mil 131 millones de pesos. El alud que según cálculos actuariales llegaría en cinco años ante el explosivo crecimiento de la informalidad, está golpeando ya las estructuras del órgano tripartita. Lo inaudito del caso es que la bola de nieve la lanzó el propio gobierno, vía la creación del llamado Seguro Popular. Dicho con todas las letras, la alternativa, en el marco de la idea de seguridad universal, ha creado incentivos perversos al empleo informal, al punto de que 49% de los inscritos está cobijado por un empleo subordinado y remunerado, es decir, deberían cotizar al propio instituto. El alerta le había colocado en la mesa al ex director general del organismo tripartita, Santiago Levy, en su libro Buenas Intenciones; malos resultados, señalando abiertamente que el Gobierno está subsidiando a la informalidad y la evasión de las leyes. A la letra, el texto escrito originalmente en inglés, se anota que “se le pone la mesa a los trabajadores para que acuerden con las empresas no inscribirlos en el IMSS, lo que beneficia a éstas al no tener que pagar cuotas”. La distancia entre el monto que debería cubrirse es abismal, sobre todo en los ramos del sector primario, el comercio y la construcción. De acuerdo a cifras del propio organismo, son alrededor de un millón 518 mil 741 los trabajadores que estando obligados a inscribirse en el IMSS se refugian en el techito del Seguro Popular. Adicionalmente hay otros 566 mil 958 que trabajan en micronegocios que navegan en la economía informal. De éstos, 22.3%, es decir, 126 mil 274, cuentan con un micronegocio fijo; 4.2%, es decir, 23 mil 555, tienen un pequeño establecimiento, en tanto 938 tienen un establecimiento medio. Si se considera que el promedio de cotizantes al Seguro Social tiene ingresos de entre dos y tres veces el salario mínimo, el organismo estaría dejando de percibir cuotas por un mínimo de mil 974 millones de pesos. De acuerdo al Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión sobre la situación financiera y los riesgos del IMSS, 30% de los trabajadores inscritos en el Seguro Popular es menor de 24 años, en tanto el 70% restante no alcanza los 40 años. Desde otro ángulo, hete aquí que 236 mil 541 inscritos en el Seguro Popular tienen doble cobertura, es decir, cotizan también en el Seguro Social. Para complicar el entorno, como recordará usted, el año pasado el gobierno decretó un descuento de 5% de las cuotas obrero-patronales, con vigencia del primero de marzo al 31 de diciembre, según ello para incentivar la creación o al menos el mantenimiento de la planta de empleos. El caso es que extendida la prerrogativa hasta febrero de este año, el Instituto dejó de percibir mil 885 mil millones de pesos, de los cuales el Gobierno sólo había aportado mil 482. Caravana, pues, con sombrero ajeno. Más allá, el 24 de julio de 2007 se publicó en el Diario Oficial un decreto para otorgar beneficios fiscales a los patrones y trabajadores eventuales del campo, por el que se eximió a éstos de pagar sus cuotas obrero-patronales hasta por un monto equivalente a la diferencia entre las cuotas calculadas a las que resultaran de considerar 1.68 veces el salario mínimo del área correspondiente. La cobertura, sin embargo, era universal, es decir mientras durara la contratación tendrían derecho al servicio en todos los niveles. La vigencia de la medida se amplió primero al 30 de diciembre de 2008 y luego al 31 de diciembre del 2010. El boquete, como se infiere, fue t a m b i é n for midable, considerando que durante enero y marzo se llegó a un millón y medio de cotizantes, en tanto de julio a noviembre a un millón 250 mil, por más que sólo el 17 por ciento de los patrones se adhirió al decreto. Como lee usted, pues, en la exigencia de ganar votos para su causa, el gobierno crea programas de beneficio social cuyo peso lo carga al final del día al propio Seguro Social, provocando una precariedad de escándalo. Lo inaudito del caso es que frente a un panorama que lo acerca a la quiebra, el organismo desvíe recursos para encuestas amañadas en afán de reivindicarse ante la opinión pública. BALANCE GENERAL Como lo anticipamos en este espacio hace algunas semanas, finalmente la asamblea general del Consejo Coordinador Empresarial decidió que se mantuviera por un año más como presidente el empresario lechero Armando Paredes. Habría, pues, un periodo irregular de tres años, en un escenario en que se requiere mantener los amarres en el Congreso frente a lo que se espera sea la batalla del siglo por el presupuesto de 2010. Ahora que el organismo cúpula evitó de pasadita un choque, dado que nunca se pudo lograr unanimidad en torno a la candidatura del presidente de la Coparmex, Ricardo González Sada. La oposición surgió de la Concamín y la Concanaco, quienes de hecho presentaron sus propias cartas. En el primer caso al presidente de la Cámara Nacional de la Vivienda, Ismael Plascencia, y en el segundo a su expresidente, Luis Antonio Mahbub. La zancadilla de la cúpula industrial se explica por la pelea sorda que sostiene con la Coparmex ante la insistencia de ésta de arrebatarle al menos uno de los asientos del Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social. DUELO A MUERTE ¿Se acuerda usted de la empresa Oceanografía a quien se ubicó como una de las grandes beneficiarias de la tarea de coyotaje que realizaban los hermanos Bribiesca Sahagún para conseguir contratos de Petróleos Mexicanos? Bien, pues está metida en un duelo a muerte contra otra de sus colegas contratistas de la paraestatal. Estamos hablando de Ocean Mexicana, a quien demandó penalmente por supuesta falsificación de documentos en la presentación a su vez de una querella en su contra. Esta se planteó el cinco de junio pasado ante un tribunal de Campeche, reclamando de inmediato la congelación de cuentas de su rival, en afán de garantizar el pago de una indemnización. Oceanografía, a su vez, presentó un incidente de nulidad de la querella el 15 de julio pasado... para luego pasar a la ofensiva. Los gallitos, es decir Amado Yánez y Juan Reynoso Durán, están bravos. ELECTROLUX A MÉXICO En lo que representa una de cal frente a los que van de arena, la firma Electrolux trasladará de Iowa aMéxico una de sus plantas para producción de lavadoras. La factoría se ubicará en Coahuila. Hasta mayo pasado se calculaba que unas 350 maquiladoras habían salido del país ante el alza en el precio de la energía eléctrica, las gasolinas y sobre todo la inseguridad. albertobach@yahoo.com.mx barrancoalberto@prodigy. net.mx