El sector de la construcción quedó semiparalizado durante una semana. Sergio García López, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), informó que la situación es desesperante para las empresas porque tienen que pagar rayas de los trabajadores aunque no se labore.
Dijo que este sector empresarial a nivel nacional demandará que así como el Gobierno Federal pidió el "apoyo'' de los sectores productivos y decretó un paro nacional , "esperamos que así nos ayude decretando una reducción de los impuestos que siguen corriendo, haya influenza o no".
Al indicar que para este miércoles se espera una reanudación de las actividades productivas, García López advirtió que las repercusiones en la economía de diversos sectores serán graves en el corto plazo y difícilmente se recuperarán el resto del año, con riesgos incluso de que la pérdida de empleos, se agudice.
"Hasta ahora nosotros no hemos escuchado de ninguna dependencia del Gobierno Federal ni Estatal, que se nos vaya a dar plazo para el pago de las cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social, del Impuesto sobre la Renta, el Impuesto Sobre Nóminas (ISN). Además siguen corriendo los costos de los servicios del teléfono, agua potable, electricidad y si no pagamos, nos los cortan", comentó el dirigente empresarial.
García López dijo que las actividades que desde hace una semana se encuentran prácticamente a la mitad, es importante destacar que la mayor parte, corresponde a la obra pública, que también se ha visto perjudicada por este paro obligado.
Argumentó que "ni los industriales, ni restauranteros y tampoco los comerciantes ni nosotros como constructores, tenemos la culpa de esta epidemia, que se ha venido a sumar a la larga cadena de penurias que tenemos por la crisis económica".
El sector de la construcción se sumó a las quejas vertidas por comerciantes en general, así como propietarios de establecimientos de servicios discotecas, bares y restaurantes inconformes por haberse decretado por parte del Gobierno Federal una suspensión obligada de sus actividades para evitar la propagación de la influenza A H1N1 .
Si bien la salud pública debe ser una prioridad para el Gobierno, cierto es que también el apoyo concreto a la planta productiva y a los empleos debe serlo, dijo.
La industria, semiparalizada
La mitad de las industrias en Torreón detuvo sus operaciones de acuerdo al exhorto de la Secretaría de Salud y el Gobierno Federal. Ángel Morales Salazar, presidente de la Canacintra, dijo que el ramo automotriz fue del que más compañías suspendieron labores, mientras que el de alimentos fue el de menos.
Señaló que hubo empresas que no detuvieron sus funciones, entre ellas Peñoles, debido a la complejidad de sus procesos.
En Gómez Palacio, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Gerardo Ibarra, asegura que faltó mayor inspección y vigilancia para el cierre de comercios ante la alerta sanitaria por la influenza. Ibarra comentó que el 80 por ciento de las empresas manufactureras del Municipio que son alrededor de mil 200 cerró, pero que el 98 por ciento del comercio estuvo abierto. (F. Pérez-Canedo y D. González)
