ALEGRE BIENVENIDA Miles de feligreses se reunieron ayer por la mañana en el bulevar Miguel Alemán para darle la bienvenida amonseñor José Guadalupe Torres Campos como obispo de la nueva Diócesis de Gómez Palacio.
Miles de feligreses se reunieron ayer por la mañana en el bulevar Miguel Alemán para darle la bienvenida a monseñor José Guadalupe Torres Campos como obispo de la nueva Diócesis de Gómez Palacio.
Frente a más de mil fieles católicos que se congregaron en el Gimnasio Centenario, ayer moseñor José Guadalupe Torres Campos tomó posesión de la nueva Diócesis de Gómez Palacio.
Tras dar lectura de la Bula Papal (documento en donde el Papa da a conocer sus órdenes a sus fieles), enviada y redactada por el Santo Padre Benedicto XVI, con fecha del 25 de noviembre de 2008, se decretó como Diócesis y Torres Campos, como el primer obispo de esa ciudad.
Al término, el arzobispo de Durango, Héctor González lo invitó a tomar la sede. Frente al nuncio Apostólico en México, Cristophe Pierre, el nuevo obispo hizo su juramento de fe y fidelidad al magisterio del Santo Padre.
Una vez que los 50 sacerdotes que conforman el cuerpo de la nueva Diócesis, quienes renovaron su fe y prometieron obediencia, celebró por primera vez como obispo de Gómez Palacio, la ceremonia eucarística.
Por la mañana se realizó una caminata por la avenida Victoria, desde el estacionamiento de un restaurante del bulevar Miguel Alemán hasta la nueva catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, en la avenida Independencia. Ahí el clamor constante de los feligreses, niños y adultos, fue la restauración de la tranquilidad, al que monseñor Torres Campos dijo sumarse y exhortó a la ciudadanía a no "acobardarse, porque el enemigo anda rondando".
Reconoció que se avizoran tiempos difíciles y por esta razon la Iglesia deberá esforzarse para ampliar la labor de evangelización, sobre todo hacia quienes por alguna u otra razón se han apartado y a quienes calificó como "tierra fértil que con amor y atención podemos rescatar".
