Un impresionante ataque realizó el ibérico en el ascenso, que lo mantiene cerca del liderato general del Tour de Francia 2009. (EFE)
EFE
Arcalís, andorra.- El español Alberto Contador despejó las dudas sobre quién debe ser el jefe de filas en el Astana con una corta pero intensa demostración ante todos sus rivales en los dos últimos kilómetros de la primera etapa pirenaica del Tour, disputada entre Barcelona y Arcalís (Andorra), en la que se impuso el francés Brice Feillu y el italiano Rinaldo Nocentini se vistió de amarillo.
Fue un gran día para el menor de los hermanos Feillu, el joven francés del Agritubel, neoprofesional de 23 años que se llevó la primera etapa con final en alto en su debut en el Tour, no menos para Nocentini, uno de los protagonistas de la escapada del día, que se puso líder, el primer italiano de amarillo desde 2000, cuando lo vistió Alberto Elli y, sobre todo, para Contador, que demostró su fortaleza con un ataque en los últimos 2,000 metros que fulminó a la totalidad del grupo de favoritos.
Mientras Feillu levantaba los brazos, descamisado, incrédulo por su hazaña, Contador soltó el arreón definitivo. Un ataque de rabia, fulminante, incontestable, que despeja dudas sobre su liderazgo y que servirá para calmar los ánimos en la casa del Astana, el equipo dominador. Sólo fueron 21 segundos de renta sobre sus rivales, Armstrong incluido, pero suficientes para coser en su maillot los galones de su escuadra.
El madrileño ya es segundo en la general, a seis segundos de Nocentini, debutante en la "Grande boucle" con 31 años. Armstrong pasó al tercer lugar del podio a ocho segundos y la hegemonía del Astana se extiende al cuarto escalón con Leipheimer y la sexta de Kloden.
No se movieron el resto de los ilustres en la etapa más larga del Tour 2009, no hubo ataques a los hombres fuertes, y tampoco tuvieron fuerzas para responder a Contador. Andy Schleck es noveno a 1.49 minutos y fuera del "top ten" aparecen Sastre a 2.52, Evans a 3.07 y a más de 5 minutos Mikel Astarloza, Denis Menchov y Óscar Pereiro.
La etapa más esperada del Tour, la que debía despejar varias interrogantes en el trayecto de 224 kilómetros entre la Barcelona mediterránea y los 2,200 metros de altitud de Arcalís, se vio marcada por una escapada de nueve hombres que terminó con éxito. Pero la batalla entre los candidatos al podio de París no existió.