Centenares de personas guardaron un silencio solemne el sábado a ambos lados de la calle principal de la pequeña ciudad de Plymouth, Indiana, mientras una carroza fúnebre blanca pasaba hacia una iglesia local. (AP)
En todo Estados Unidos, centenares de personas acudieron a las honras fúnebres para algunas de las 13 víctimas del tiroteo del 5 de noviembre en Fort Hood, Texas, cuyos ataúdes fueron arropados por banderas nacionales.
Centenares de personas guardaron un silencio solemne el sábado a ambos lados de la calle principal de la pequeña ciudad de Plymouth, Indiana, mientras una carroza fúnebre blanca pasaba hacia una iglesia local. La procesión fue en honor del sargento del Ejército Justin DeCrow.
"Fue muerto por un terrorista... murió en cumplimiento del deber. Tenemos una deuda de gratitud, tanto con él como con su familia y con los demás soldados. Les debemos nuestras vidas, nuestra libertad", aseguró Sheila Ellabarger, quien dijo que sus hijos fueron a la escuela con DeCrow y la que era su novia y luego su esposa.
Otras decenas de dolientes se congregaron en el gimnasio de una secundaria de Kiel, Wisconsin, para recordar a la sargento Amy Krueger, de 29 años, quien alguna vez le dijo a su madre que ella sola podría hacerse cargo de Osama bin Laden.
Durante los servicios fúnebres en Norman, Oklahoma, se proyectaron fotografías de la reciente boda del soldado Jason Dean Hunt cerca de su ataúd. El militar de 22 años fue descrito como un marido amoroso y un hombre de familia, así como un soldado que dejó un legado de servicio desinteresado.
También se planearon honras fúnebres el sábado más tarde para el capitán John Gaffaney, de 56 años, un enfermero en psiquiatría que trabajó para el condado de San Diego, California; el soldado Michael Pearson, de 22 años, de Bolingbrook, Illinois, y el soldado Aaron Thomas Nemelka, de 19 años, de West Jordan, Utah.