A la actriz le gustaría conducir un programa de televisión. (El Universal)
En 2008 interpretó a una lesbiana en telenovela y actualmente hace Confesiones de Mujeres de 30 en teatro. A los Reyes Magos les pide la conducción de un programa en TV.
-¿Se creían mucho los que salían en ‘Chiquilladas’?
No. Era un ambiente bonito y nuestros papás estaban ahí para evitar que se nos fueran los pies.
-¿No se peleaban?
Nos peleábamos como hermanitos que pasan mucho tiempo juntos, pero nada serio.
-¿Era un ogro el productor Humberto Navarro?
Al contrario. Era súper sencillo, sin importar que fuera uno de los principales ejecutivos de la empresa, pues tenía a su cargo toda la barra de comedia.
-¿En tu casa te daban trato especial?
No. Yo tenía que lavar trastes y tender mi cama, igual que todos.
-¿Recuerdas una gran presentación en el extranjero?
Recuerdo un estadio lleno en Puerto Rico que me impresionó mucho.
-¿Y una mala experiencia?
Nos llegó a pasar con el típico empresario que se fue con la lana, y nosotros ahí, con la gente esperando. Y salíamos a dar el show.
-¿Tus papás te administraron bien la ‘lana’?
Sí, todo me lo guardaron. Mucha gente piensa que ganábamos los millones, pero en realidad no fue tanto.
-¿Quieres que tu hija sea artista?
Quisiera que primero fuera a la universidad, porque la carrera artística es muy sufrida e injusta. Tú antes veías en los pasillos de Televisa a figuras como Libertad Lamarque, Marga López o Silvia Derbez. Ahora es más el cuerpo, la cara y el escándalo.
-¿Trataste a Azcárraga Milmo?
Una vez hicimos una presentación para el presidente de la República y ahí estaba el señor Azcárraga. Participamos Yuri, Luis Miguel, Carlitos Espejel y yo. El señor Azcárraga me saludó muy amable: “¿Cómo estás, Ginny?”, y yo le contesté muy normal: “Muy bien, ¿y tú?”. Yo tenía nueve años. Ya más grandecita hice cita con él y sí me recibió.
-¿De qué platicaron?
Yo estaba por hacer La Vida en Risa, con Eduardo Manzano, y le quería agradecer el apoyo. Me preguntó por qué no había podido hacer TVO. Le dije que me hubiera encantado, pero nadie me invitó a hacer el casting. Él se sorprendió y dijo: “Yo pedí que tú lo condujeras. ¡Mira las cosas que pasan sin que me entere!”. A él le había gustado mi trabajo en Corre GC Corre.
-¿Qué le pedirías a los Reyes Magos?
Seguir con Ocesa Teatro y la conducción de un programa de televisión.
-¿Qué opinó la comunidad gay de tu papel en Las Tontas no Van al Cielo?
Ayer, precisamente, alguien me dijo que le había encantado mi papel como lesbiana porque fue muy sutil y respetuoso.
-¿Cómo te preparaste?
Tuve unos directores maravillosos que me pedían que fuera menos femenina, más brusca, y que me deshiciera cada vez que veía a Candy (Jacqueline Bracamontes).
-No andabas tan perdida.
Ja, ja. Jacqueline es muy linda por fuera y por dentro.
-¿Cuál frase de Confesiones de Mujeres de 30 te viene a la mente?
Una que dice: ‘Tener 30 años es vivir en el ahora o nunca’.
-¿Qué parte de la obra es difícil para ti?
En el coche soy una ‘verdulera’, pero en escena me costaba mucho decir groserías.
