La brecha existente entre la clase política y los ciudadanos de este país se vuelve cada vez más abismal. Que los políticos están en una frecuencia de onda muy distinta de la de aquellos que quieren gobernar se revela en actos grandes y pequeños, en discursos grandilocuentes y en simples deslices de lengua.
El patético pleito protagonizado los últimos días por el gobernador de Sonora y el secretario de Gobernación dejó ver que a tan señeros personajes lo que les interesaba era echarle lodo al otro
De la misma manera, hay expresiones que revelan lo poco que los políticos piensan en términos de los ciudadanos a los que dicen representar. Un ejemplo de ello lo dio, la semana pasada, nada más y nada menos que el presidente de la República Felipe Calderón.
Resulta que al inaugurar el Foro Nacional Seguridad con Justicia, convocado por el empresario Alejandro Martí, Calderón se puso a regañarnos por poco participativos. Afirmó que la vida política del país cambiará el día en que los mexicanos hagan "plenamente suya la política". Ahora resulta que la vida política nacional es un chiquero inmundo porque no la hemos hecho plenamente nuestra. Como si la clase política abriera las puertas de par en par, animándonos entusiastamente para que participemos en las cosas públicas. Sin candidaturas independientes, sin poder opinar pagando en los medios, sin tener voz ni voto sobre en qué se gasta el dinero que va a parar a los partidos. Pues sí, qué abúlicos somos.
Peor aún, Calderón se aventó una puntada que, de no ser tan doloroso el contexto, resultaría cómica: afirmó que "queremos mejores representantes, que haya mejores ciudadanos postulándose como representantes; queremos esos partidos, hagamos esos partidos, participemos en ellos, y si no convencen éstos, hagamos otros". O sea que a los ciudadanos no nos queda más que meternos en esas cuevas de ladrones que son nuestros partidos; ah, pero si no nos convencen, hay que ponernos a fabricar otros
¿Así pretenden acercarse al verdadero sentir de la ciudadanía? ¿Así nos pide el presidente de la República que participemos en el mejoramiento de México? La verdad, qué ceguera. Qué supina, estulta ceguera.