Hemos sostenido muchas veces que la administración pública difiere de la privada, entre otras cosas, en que en aquélla no se puede dejar la solución de los problemas para mejores tiempos, sobre todo cuando se trata de dar respuestas a los requerimientos sociales.
Por eso me agradó la capacidad de respuesta del ayuntamiento de Gómez Palacio, ante los señalamientos que se le hicieran desde estas mismas páginas, en relación con el préstamo que iba a solicitar, pues casi de inmediato su alcalde, Mario Calderón, se dio a la tarea de hacernos llegar todos los pormenores del caso; y por considerar que la ciudadanía debe de tener a su alcance elementos de juicio en relación con ese tema, es que me permitiré transcribir aquí algunos de ellos, los fundamentales.
Quizás, los que no son laguneros, desconozcan cómo opera nuestra mentalidad en relación con el crédito. Al respecto bástenos con recordar el conocido dicho entre nosotros, de: "Hágase lo que se deba, aunque se deba lo que se haga".
En ese sentido, lo importante no es en sí que se vaya a solicitar un crédito, sino el cuánto, cómo y para qué y el cómo se va a pagar.
La gente no debe asombrarse de que se recurra al crédito, cuando no hay otra forma de salir adelante, sino que quien lo solicite tenga la capacidad de pagarlo, por más de que desconfiemos de aquellos empréstitos que se piden al cuarto para las doce, con una presunta dañada intención de endosárselos a otros, porque lo más probable es que en buena parte se piense destinar a gasto corriente y eso sí irrita al pueblo.
Pero en el Caso de Gómez Palacio, el ayuntamiento informa que:
Es necesario solicitar ese crédito, en razón de la disminución de 90 millones de pesos que la Federación dejó de enviarle este año y las posibles reducciones que se le hará el próximo.
En tales circunstancias, no queda otra alternativa que recurrir al crédito, para hacer frente a la problemática local, máxime en las condiciones de crisis económica en que nos encontramos.
Que el monto y las condiciones resultan acordes con la capacidad de pago del ayuntamiento, pues éste se cubrirá con recursos entre el 2 y 3%, de los ingresos municipales mensuales, lo cual es aceptable.
Debe puntualizarse que el crédito será de 252 millones y no de 500, como se ha especulado. Que se solicitará a Banobras, que es quien tiene los créditos más atractivos y el mismo o más bien la capacidad de pago del municipio está avalada por dos empresas certificadoras, como son: Fitch y Standard & Poor→ 's.
Creo que siempre será preferible optar por este camino, antes que recurrir, por ejemplo, a la venta de permisos para expender alcohol, como por ahí se llegó a leer.
El dinero se destinará a:
Obras de pavimentación, rehabilitación de escuelas, plazas públicas, entrega de apoyos a la educación, salud, programas sociales, pago de activos municipales y algunos proyectos a emprender como puentes peatonales y otras obras públicas.
Ese dinero fresco entraña la posibilidad de que Gómez Palacio siga creciendo, aún en momentos de crisis y no que se quede estancado por la falta de empuje de sus autoridades. Si las cosas se manejan con claridad y transparencia, de frente al cabildo, como se está haciendo y a los ojos del pueblo, no hay en realidad razones válidas para cuestionar un acto de esta naturaleza.
Si debemos de estar vigilantes de que se haga como se dice que se va a hacer, pero no debemos temer al crédito, menos cuando estamos más que acostumbrados a vivir, en nuestras propias economías de esa manera.
Por lo demás: "Hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te guarde en la palma de Su mano".