Esperarán la necropsia. Luis Francisco encontró a su hermano en estado avanzado de descomposición. El occiso era diabético. EL SIGLO DE TORREÓN / FERNANDO COMPEÁN EL SIGLO DE TORREÓN / FERNANDO COMPEÁN
Ayer al mediodía, la sala de radio de Cruz Roja recibió las llamadas de dos personas que reportaron casi al mismo tiempo, el hallazgo de dos personas inconscientes.
La primera que acudieron a revisar, fue el hombre que fue encontrado sin conocimiento y tirado en la esquina de la avenida Bravo y calle Juan E. García (9).
Ahí, los paramédicos le brindaron los primeros auxilios, pero el hombre, de aproximadamente, 55 años, no tenía signos vitales, por lo que fue necesaria la presencia del Ministerio Público.
En el lugar, el agente sólo revisó el área y ordenó el traslado del cuerpo al anfiteatro del Hospital Universitario, así mismo aseguró una gorra roja y un llavero con un cortauñas del occiso.
Posteriormente, ante el Ministerio Público, acudió Araceli Valadez, quien dijo ser sobrina del occiso, quien respondía al nombre de José Andrés Mejía Quiroz, de 55 años. Ella explicó que de vez en cuando se iba a dormir en casa de su madre, en la calle Mariano López Ortiz.
El hombre trabajaba como lavacoches en el estacionamiento del Hospital Universitario y al parecer camino a casa sufrió un paro cardiaco fulminante, que le arrancó la vida frente a un negocio de pinturas.
EN DESCOMPOSICIÓN
A las 13:10 de la tarde, el Ministerio Público acudió a la avenida Abasolo, donde reportaban a una persona sin vida con olor putrefacto.
El personal de Periciales acudió con todo el equipo necesario a la finca 369 de dicha calle, donde junto con el agente del Ministerio Público, fueron recibidos por el oficial municipal a cargo de la unidad 35627, quien brindó los primeros informes.
Luis Francisco Cueto Mota, de 70 años, dijo que desde el martes no sabía de su hermano Guillermo. "Ese fue el último día que hablé por teléfono con él, luego intenté el viernes, pero como siempre me descolgaba el teléfono para irse de jarra, pues no me preocupé. Ahora se me hizo mucho tiempo y al entrar descubrí el fuerte olor y preferí hablar al servicio funerario", dijo Luis Francisco.