AP
WASHINGTON, EU.- La Blanca ha comenzado a someter a "pruebas de estrés" a los bancos estadounidenses para juzgar su solidez y supervivencia en caso de que empeore la recesión, sin embargo surgieron nuevas pruebas de que ha empeorado el mercado de la vivienda y que la ventas de casas ya habitadas bajaron inesperadamente el mes pasado al nivel más bajo en casi 12 años.
Los reguladores bancarios esperan analizar las condiciones financieras de Citigroup, Bank of America y otros más de 10 bancos que recibieron miles de millones de dólares del Departamento del Tesoro dentro de un plan de rescate de 700,000 millones de dólares.
Las pruebas ayudarán a los reguladores a decidir si los bancos cuentan con capital suficiente - y en la proporción adecuada - para capear sacudidas económicas en los próximos dos años.
Las pruebas ayudarán a los reguladores a decidir si los bancos necesitarán más ayuda para aumentar el crédito consumidor, un ingrediente clave en el repunte económico.
En el sector de la vivienda, la Asociación Nacional de Corredores de Bienes Raíces dijo el miércoles que la ventas de casas de segunda mano bajó el mes pasado 5.3% a un ritmo anual de 4.49 millones, de 4.74 millones de unidades en diciembre. Fue la cifra más débil desde julio de 1997 y muy superior al leve aumento de las ventas pronosticado por los economistas.
El precio medio cayó a 170,300 dólares, de 199,800 dólares hace un año. Fue el precio más bajo desde marzo de 2003 y la segunda baja más pronunciada en los anales económicos del país.
A Wall Street no le gustó la noticia. El promedio industrial del Dow Jones, que había perdido unos 85 puntos antes del informe, cayó más de 150 puntos en la contratación de la mañana.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió que haya una fuerte regulación y supervisión del sector financiero para recuperar la confianza en los mercados.
En un discurso preparado para las próximas horas, el presidente exhortó al Congreso a aprobar "reglas de juego" que prevengan futuras crisis y exijan rendición de cuentas a los directivos financieros. Obama se reunía con el secretario del Tesoro Timothy Geithner y dirigentes demócratas y republicanos de las comisiones de ambas cámaras encargadas de redactar las regulaciones.
Mientras tanto, el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke regresó al Capitolio ayer por segundo día consecutivo, esta vez para comparecer ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes para explicar el polémico plan de rescate bancario gubernamental.
Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (FED) de EU, afirmó que el Gobierno podría adquirir una participación minoritaria en Citigroup y otros bancos; pero resaltó que dicho organismo no planea la nacionalización de dichas instituciones.
"La nacionalización puede perturbar los mercados", aclaró el funcionario, quien define esta medida como la toma de control del 100% de una entidad. En este tenor, consideró que el debate de la nacionalización de la banca está fuera del punto central del interés; además expresó que los bancos pequeños están en "muy buena condición", por lo que éstos tienen la oportunidad de ayudar a las economías locales.
Un error
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, responsabilizó el miércoles a los bancos por generar una perjudicial pérdida de confianza, pero precisó que estatizar a los bancos sería una estrategia errónea para el país.
Geithner dijo que estaba "profundamente ofendido por la calidad de los juicios que hemos visto por parte de los líderes de nuestras instituciones financieras". Han creado un hueco profundo de desconfianza pública e ira que es enormemente perjudicial, y tienen una gran obligación en tratar de restaurar esa confianza.