Esta mañana del lunes 6 de julio, los perdedores de la elección han sido todos los partidos políticos. Quienes ganaron una curul federal o local, una presidencia municipal o una gubernatura lo han hecho bajo el peor escenario posible: una baja participación electoral y un creciente descontento de los ciudadanos con la situación en el país.
El descontento no es con la democracia per se, sino con el sistema de partidos y con la falta de rendición de cuentas en México y este sentimiento parece haber llegado a un punto crítico. En Guadalajara, Torreón, Puebla, Ciudad de México, Zacatecas y muchas otras ciudades más del país se ha articulado ese descontento en el primer movimiento social organizado en México en la era de Twitter, Facebook y demás redes sociales de Internet.
Este movimiento social, liderado principalmente por jóvenes menores a 35 años, ha experimentado sólo un inicio. Conforme conozcamos los resultados finales de esta elección, sabremos los ciudadanos qué tan alto fue el abstencionismo y cuál fue el total de los votos nulos y el de los votos registrados por los candidatos no registrados. Si el resultado final de la elección demuestra que el movimiento anula tu voto, vota independiente o vota por "Esperanza Marchita" no consiguió superar el 5%, en los medios de comunicación habrá una fuerte tendencia a hablar de este movimiento en el pasado, como un fracaso que no logró trascender a un grupo de élite. Sin embargo, un resultado así es más revelador de cuán fuerte y blindado sigue el sistema político mexicano, que cuán débil es este movimiento ciudadano.
Diseñado con candados a la participación ciudadana por todos lados, sin posibilidad de candidaturas independientes, sin mecanismos como la reelección legislativa para evaluar directamente a quienes nos gobiernan, con uno de los corporativismos más afinados en el mundo para aglutinar a la ciudadanía sólo dentro de los canales institucionales y con un sistema clientelar que convierte a los ciudadanos en adictos a las rentas, el sistema político mexicano sigue todavía atrapado en la era del PRI a nueve años del Gobierno del PAN. Sigue siendo un sistema político que le tiene miedo a la ciudadanía activa.
Los resultados de esta elección sin duda marcarán los próximos 3 años del Gobierno del Presidente Calderón, preparando el camino para la elección presidencial de 2012.
Sin embargo, lo que me parece más importante de esta elección es que un sector importante de la ciudadanía se ha rebelado en contra de este sistema político y que tiene en la Internet un repertorio novedoso para articular su protesta y para demandar un cambio en el sistema político.
Por ello insisto, un mal resultado para el movimiento a favor del voto nulo o del voto independiente dirá mucho más del funcionamiento de ese sistema político anticiudadano que de las debilidades del movimiento mismo.
Sin embargo, a partir de la mañana de hoy quienes integran este movimiento ciudadano tendrán un diagnóstico preciso de los retos en los años que vienen. No haber conseguido la meta este 2009 no debería ser visto como un fracaso, sino como una oportunidad para que el movimiento evolucione, crezca, se articule mejor y esté listo para 2012 o hasta cuando el sistema político reaccione y se le quite el miedo a la ciudadanía.
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