Hillary Clinton acaba de finalizar una gira de 11 días por 6 países africanos en las que quedó claro que uno de los ejes centrales de su política exterior será la promoción de los derechos de las mujeres, como hemos mencionado varias veces en este espacio desde los tiempos de su fallida candidatura presidencial.
Un reciente reportaje del Washington Post, firmado por Mary Beth Sheridan, recupera los puntos de la agenda feminista de Clinton respecto a los gobiernos africanos. Sin embargo, la tarea no será fácil, como demuestra un episodio que debiera ser absurdo, pero que recuerda uno de los graves problemas que enfrentó la candidatura presidencial de la Clinton.
Durante un encuentro universitario en Kinshasa, República Democrática del Congo (RDC), un joven quiso saber cuál era la opinión del expresidente Bill Clinton sobre un préstamo que el Gobierno chino le hizo al congoleño. Hillary no ocultó su enojo, le recriminó al estudiante el que le preguntara a ella sobre la opinión de él y le recordó que ella es la jefa de la diplomacia estadounidense y no su marido.
El enojo de Hillary en África fue retransmitido en las principales cadenas de televisión estadounidenses y puede ser visto en inglés en la dirección http://www.youtube.com/watch?vX60ITffocDI.
Desafortunadamente, los comentarios de los visitantes de YouTube son burlas a Clinton y a su "explosivo carácter". Incluso algunos usuarios se congratulan de que "ella no haya ganado la Presidencia, ya que hubiese tomado decisiones durante su periodo menstrual".
En los medios de comunicación se mencionó posteriormente que todo el episodio con el estudiante no fue "más que un error en la traducción", pero lo cierto es que aunque hubiese sido "sólo un error de traducción" éste dice mucho sobre el contexto que enfrentan las mujeres que ocupan puestos de liderazgo en ese país africano.
Hillary explotó y lo hizo porque en esa zona del mundo, cientos de miles de mujeres mueren cada año por diarreas y por enfermedades relacionadas con el VIH-Sida. Otros miles más mueren al dar a luz, por cáncer de mama, por haber sido forzadas a trabajos pesados. Esa región del mundo, y particularmente la parte oriental de la RDC, en la frontera con Ruanda y Burundi, vive uno de los conflictos armados más duraderos y mortales del mundo, en los que guerrilleros han violado a más de 500 mil mujeres en los últimos 10 años, de acuerdo con un testimonio ante el Senado estadounidense de la activista congoleña Chouchou Namegabe Nabintu.
De hecho, esta joven mujer congoleña denunció que una de las nuevas prácticas de tortura de los guerrilleros es incendiar la vagina de las mujeres que son capturadas, dejarles que se les queme la piel por adentro, sin asesinarlas. El objetivo es provocarles el mayor dolor posible. De igual forma, África es una de las zonas del mundo donde se continúa practicando la mutilación del clítoris de las mujeres y donde niñas son secuestradas de sus hogares para forzarlas al trabajo sexual.
Por esas razones, explotó la mujer que ha defendido los derechos de las mujeres desde que era primera dama de EU. La misma mujer que durante la 4ª Conferencia Mundial sobre la Mujer de la ONU, realizada en 1995 en China, dijo que los derechos de las mujeres son derechos humanos y viceversa. Hillary, la "histérica" explotó, en suma, porque las mujeres de la RDC son tratadas como objetos, sin derechos y sujetas al dominio de los esposos. Sin embargo, el papel secundario de las mujeres no sólo se vive en la RDC, sino es una situación generalizada en todo África, en Asia y en regiones de América Latina, México y Coahuila incluido. La jefa de la diplomacia del país más poderoso del mundo tiene delante de sí una tarea titánica y no muchos aliados
Politólogo e Internacionalista
Comentarios
Genarolozano@gmail.com
Www.facebook.com/genarolozano www.twitter.com/genarolozano