Cuando el hombre tuvo el primer pensamiento y dijo la primera palabra se abrió un abismo entre él y los otros animales.
Con desesperación vio el hombre cómo quedaba separado de las demás criaturas de la tierra. Iba a quedar solo en este mundo, desvalido, sin más compañía que la de sí mismo.
Pero entonces sucedió un hermoso milagro: el perro saltó sobre el abismo y fue al lado del hombre para ayudarlo y aliviar su soledad. Otros animales vieron eso, y siguieron al perro. Por eso junto al hombre están también el caballo, el elefante, la gallina, y otras criaturas grandes y pequeñas que por la vida van con él. Pero el perro fue el primero que lo acompañó. Por él se hizo el milagro.
Cuando el hombre escriba la historia de sus gratitudes el perro estará en una de las primeras páginas, muy cerca de la primera, la página de Dios.
¡Hasta mañana!..