Sabroso. La familia Martínez Saucedo ofreció la tradicional reliquia a los fieles que acudieron a festejar al Santo Niño de Atocha.
Dicen que desde hace 200 años el Santo Niño de Atocha sale por las noches a cuidar los cultivos y a bendecir sus frutos. Luego se regresa a su hogar y aparece con sus pies enlodados. Es por esto que los habitantes de Ciudad Juárez, año con año, asisten a la celebración que la familia Martínez Saucedo le hace al Santo Niño de Atocha.
LA VERBENA El Santo Niño de Atocha tiene 238 años con la familia Martínez Saucedo. Aunque siempre lo han festejado, desde hace medio siglo las festividades en su día las hicieron en grande.
En esta ocasión le celebración inició desde el miércoles. En la calle Aquiles Serdán y Filomena, de Ciudad Juárez, Durango, se oyó el resonar de los tambores en punto del medio día. Los danzantes reverenciaban con sus bailes al Santo Niño que se encontraba a las afueras de su hogar en espera de los fieles. Los devotos de Ciudad Juárez y otros estados de la República acudieron al llamado. Algunos de ellos fueron a pagar las "mandas" que habían prometido a cambio de sus milagros, otros más sólo a dar gracias.
Después de la danza la reliquia. Ya entrada la noche llegó el primer grupo de mariachis a entonar las mañanitas. En total fueron cuatro grupos los que acudieron a entregar su voz y sus melodías al Santo Niño. "Los mariachis vienen algunos para pagar una manda, otros porque se lo prometen o por devoción", dijeron. Este fue el caso del Tamborazo de la banda Toro Viejo que también acudió. La fiesta terminó a las 4:00 de la mañana del jueves.
Para la 1:00 de la tarde del mismo día se celebró una misa en la Parroquia Nuestra Señora del Refugio, de Ciudad Juárez. "Esta es la segunda fiesta patronal de Ciudad Juárez, porque el Santo Niño desde que está aquí, sale por las noches a cuidar nuestras tierras y a bendecirnos", dijeron habitantes quienes abarrotaron la iglesia.
Una vez terminada la misa, se rezó un rosario, éste ya en un altar a las afueras de su hogar. Luego nuevamente la tradicional reliquia y la llegada de mariachis y demás grupos.
COOPERAN
Aunque los gastos del festejo del Santo Niño de Atocha son solventados por la familia Saucedo Martínez, residentes de Ciudad Juárez y otros lugares, ayudan a la familia en las labores de la celebración. Este es el caso de Olga Reyes, quien voluntariamente acude a cocinar la reliquia. "Todos los años les ayudo a hacer la comida, pero esta vez no iba a venir porque hace una semana me caí. Le pedí que me sanara y lo hizo y aquí estoy, dijo.
PUDO MÁS LA FE QUE LA CRISIS
En esta ocasión los gastos de la celebración ascendieron a los 230 mil pesos, sin embargo para los Martínez Saucedo, el Santo Niño, lo vale. "Somos muchos familiares los que nos cooperamos para sacar el festejo adelante. Rompemos la alcancía y la verdad no nos puede porque el Santo Niño se lo merece", dijeron.
Mencionaron que lejos de representar un gasto, para ellos es una satisfacción albergar a tan milagroso santo en su hogar y que las bendiciones que reciben son mayores que las que dan.
OLGA REYES
Creyente
MANUEL MTZ.
Devoto
