No es un expectáculo, sino un llamado a la reflexión y acercamiento a Dios, expresa Marcelino Bátrez
Hoy se recuerda el lavatorio de pies y la Última Cena, durante las actividades religiosas de Cuencamé
Héctor Hernández
El Siglo de Durango
Canatlán, Dgo.
No es tan delgado, le sobra peso, el color de la piel también es diferente, dicen algunas personas, quienes tal vez exijan perfección a Marcelino Bátrez Alvarado, quien personificará a Jesucristo en el Víacrucis de mañana en Canatlán, no obstante pone oídos sordos a las criticas y acota: “seguramente serán los fariseos naturales de este acto”.
Después de dos años de haberse suspendido el Víacrucis viviente en esta tierra, a falta de voluntarios en el papel del Mártir del Gólgota, nuevamente se retoma con un mes de preparación, para cargar una cruz de 65 kilogramos por espacio de tres horas en un recorrido que tendrá efecto desde el Templo de San Diego de Alcalá, a las 11:00 horas.
ESCUCHO EL LLAMADO
Marcelino recibió el llamado para participar como Jesucristo en el Víacrucis, impulsado por su esposa y dos hijos aceptó, siente que es una gran responsabilidad, un privilegio, una bendición, por eso a pesar de las criticas esta dispuesto a poner el mejor de sus esfuerzos para llevar la cruz por las calles de Canatlán hasta el Cerro El Mirador, donde tendrá efecto la crucifixión.
El elegido es músico de oficio, mide 1.85 de estatura y pesa 89 kilogramos, tiene confianza en resistir el peso de la cruz de cinco metros de largo y 2.5 de ancho.
REFLEXIÓN Y VIDA
Está conciente de que no se trata de dar un espectáculo, sino de ayudar con su esfuerzo a la reflexión de las familias y al acercamiento espiritual hacia Dios en estos tiempos difíciles por los que atraviesa la sociedad.
Sus hijos César Manuel de 13 años y Lupita de tres, participarán al igual que su esposa Rosa Francisca como parte del pueblo.
Su prima Magdalena, de 20 años de edad, personificará a María, madre de Jesucristo, también preparada para este gran acontecimiento que hace recordar a quien dio su vida por salvarnos del pecado hace dos mil años.
Adán Hernández
el siglo de durango
Cuencamé
Hoy por la noche dentro del marco de la escenificación en vivo del Viacrucis se efectuará la representación de la última cena, lavatorio de pies y a prendamiento de Jesús para ser juzgado, en la Explanada del Santuario de Guadalupe en Cuencamé, Dgo.
Erasmo Núñez, dijo que ante la proximidad de la representación de Jesús se siente tranquilo y confiado en que Dios le da fortaleza para dignificar su papel.
Será un gran sacrificio, primero porque hará descalzo el recorrido de la crucifixión por casi un kilometro.
REALISTA
Mencionó que se hará el Viacrucis lo más apegado a la realidad, incluso en los ensayos les pidió a quienes la harán de soldados que traten de ser reales en los golpes con un azote fabricado con henequén.
Que su representación es algo significativo por el hecho de hacer reflexionar, “deseo que me deje una huella para mi espiritualidad, apegado a la bondad de Jesús”.
Mencionó que este sacrificio lo dedica a su esposa, a sus dos hijos, con quienes siempre están juntos, unidos y de la mano como amigos.
BUEN EJEMPLO
Por su parte su hijo Erasmo, de 14 años de edad, quien representará al apóstol Tadeo además de un soldado dijo “me siento contento con lo que hará mi papa, él me inculcó lo que esto representa”.
Erasmo tiene 43 años de edad y esta casado con Tomasa Lozano, tienen dos hijos: Erasmo e Itzel Monserrat, de 14 y 11 años respectivamente, dedicado desde hace más de dos años a la elaboración de cuadros con imágenes religiosas con la técnica de “resacado”, oficio que le da para subsistir aunque anteriormente se dedicaba a la minería.
Dijo: “personificar a Cristo, es algo que desde hace muchos años deseaba, incluso hasta me dejaba crecer el cabello para lograr la apariencia y no lo había logrado, hasta hoy”.