Confort. Existe todavía una hacienda del Siglo XVIII, ahora transformada en un hotel. Pero primero fue propiedad del famoso Conde de Regla, Pedro Romero de Terreros, quien también fundó el Monte de Piedad.
Huasca, Hgo. Me escapé del DF y en dos horas llegué a Huasca, uno de los llamados Pueblos Mágicos.
Ahí existe todavía una hacienda del Siglo XVIII, ahora transformada en un hotel. Pero primero fue propiedad del famoso Conde de Regla, Pedro Romero de Terreros, quien también fundó el Monte de Piedad.
Muchas áreas conservan su arquitectura original, otras han sido modificadas.
Las habitaciones -son 147- más bien son cabañitas individuales. La mía se llama Santa Alfonsina. Lo que me gusta es la terraza privada y que se esmeraron en la decoración. Mi baño antes era una cocina. Lo que no me gusta es que hace frío y yo sin pareja. El calor de la chimenea tendré que disfrutarlo sola.
Algunas de las villas tienen alberca, según los empleados, éstas las ocupan las celebridades que vienen con frecuencia.
El lugar se presta para llevar niños. Hay un lago donde se puede remar, alberca, juegos y jardines. Para andar por las ramas se instaló una tirolesa.
Los sábados se quema un castillo después de un recorrido con antorchas en el que se cuentan historia y leyendas.
El restaurante sirve comida cacera en servicio buffet los fines de semana. Las comidas ya están incluidas en la tarifa.
Para el entretenimiento nocturno, además de bar, se puso un karaoke. La barra se cierra a la una de la mañana.
Aquí no acaba todo. San Miguel Regla ha organizado paseos para que sus huéspedes no se queden encerrados.
A LA PEÑA DEL AIRE El amanecer está por llegar, así que tomamos unas cuatrimotos (también puede ser en jeep) y nos vamos bien abrigados a ver salir el sol.
La neblina lo hace más emocionante y místico. Los primeros rayos aparecen y el cielo se pinta de naranja.
Viendo de perfil a la gran piedra se aprecia una cara, con ojos, nariz y boca bien definidos.
A UN PARQUE ECOTURÍSTICO En sábado se recomienda visitar el Parque Ecoturístico de San Miguel Regla. Hay que caminar dos cuadras desde el hotel. Aquí hay tirolesa, go-cards, gotcha, pesca, paseos en lancha, áreas para comer y asar carnes. La entrada es de 30 pesos. Cada actividad no rebasa los 200 pesos.
MINA DE ACOSTA A 40 minutos, pasando el pueblo de Real del Monte. Con el casco puesto, uno se adentra a la mina. El guía nos va enseñando los minerales. Es un camino de 450 metros. Aunque afuera el calor es fuerte se debe llevar una chamarra porque el frío es crudo.
Tenacidad a prueba de todo
¿Eres de los que cada domingo lavan su auto, lo enceran personalmente y lo cuidan más que a su novia?, ¿te aterra hallar un rasguño en la carrocería? Entonces este viaje no es para ti.
Tener un vehículo "todo terreno" es una invitación a la aventura, a descubrir la más profunda geografía del país y conocer rincones mexicanos -o del mundo- que pocos mortales tendrán la fortuna de mirar.
Cuestiones técnicas: No todos los vehículos 4x4 son iguales. Hay camionetas con tracción que te permiten remolcar una lancha hasta la orilla del mar y no atascarte. A ésos les llaman "4x4 light".
Pero un Jeep, una Toyota FJ Cruiser, una Yukon o las a veces mal afamadas Hummer tienen más poder y capacidades de lo que un ciudadano común podría imaginar. Esas 4x4 cuentan con "reductor", que permite la potencia para surcar inclinaciones de 45 grados en plena montaña o cruzar terrenos apenas aptos para tanques de guerra.
Otro mundo: No se trata de velocidad, lo que has visto en el periférico, o en pistas de Fórmula 1 son cosa de otro mundo muy distinto a un verdadero "todo terreno".
La semana pasada el viaje comenzó en Huasca de Ocampo, Hidalgo. Cerca de ese pintoresco y tranquilo pueblo está la presa Venta de Guadalupe, cuyo caudal se seca en esta época. Ahí fue el terreno elegido para ver monstruos motorizados enlodarse mientras sus conductores sentían la adrenalina y el poder de sus máquinas.
Luego llegó la hora de cruzar por zanjas y colinas que sólo una cabra de la sierra vería familiares. Imposible cruzarla tú solo. Para eso está un hábil equipo de staff que te van asesorando sin importar si eres novato o experto. No pude menos que recordar la canción de José Alfredo: "no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar".
Hay riesgos. Se pone a prueba tu pericia y en ocasiones el auto puede estar con una llanta en el aire a 45 grados de inclinación. El staff te va asesorando paso a paso sobre el uso del bloqueo y la dirección que debes seguir. Si un vehículo se atasca todos harán equipo para remolcar al compañero.
A cambio de esa adrenalina, puedes llegar a cascadas, montañas y parajes que pocos, muy pocos mexicanos conocerán de su país.
¿Quieres vivir esta adrenalina?
Debes llevar tu propio vehículo.
⇒ El costo por el tour es de dos mil 850 pesos. Incluye la admisión a la expedición, asistencia del staff en todo momento, asistencia médica y mecánica y alimentos.
⇒ Para informes y reservaciones para los próximos tours: www.boscocamp4x4.com o al teléfono: 5361 8500.
