El Sagrado Corazón de Jesús que llevaba tatuado en el antebrazo izquierdo fue lo que los familiares de Arsemio Quiñones Acosta reconocieron en su cadáver.
Ayer por la mañana, Elías Quiñones Corral acudió ante el Ministerio Público para identificar el cuerpo sin vida de su hijo de 39 años, quien era vecino del ejido San Andrés de Santiago Papasquiaro, Durango.
Un hecho violento
Arsemio se dedicaba a la compra-venta de ganado en su pueblo. El sábado pasado, su papá lo vio por última vez, cuando abordó su Suburban verde con destino a Torreón para comprar su mandado. Sin embargo, Arsemio fue hallado sin vida en unas cribas del ejido Albia, el pasado lunes.