La vida nocturna en las plazuelas, playas y calles de este municipio ha disminuido casi hasta la desaparición, debido a un temor entre la población y autoridades por los continuos “levantones”, atentados y ejecuciones de ciudadanos, policías y funcionarios públicos.
En esta ciudad cañera y pesquera, la tranquilidad de la vida rural ha dado un vuelco al grado de que la fuerza policíaca (375 agentes de seguridad y de tránsito) se resiste a ejercer patrullajes solitarios, ante el temor de ser blanco de las balas de la delincuencia organizada.
A 17 meses del despliegue de 2 mil 723 elementos militares, marinos y fuerzas federales, en el operativo denominado Culiacán/Navolato en esta ciudad, los crímenes se han disparado, sobre todo de policías, cuyas bajas en lo que va del año ascienden a 16 elementos.
Su ubicación geográfica convierte a esta demarcación territorial de Sinaloa en la salida mas corta a las costas del Mar de Cortés.
Originario de este municipio, ubicado a 36 kilómetros de la ciudad capital, Leonel Aguirre Meza, ombudsman (no gubernamental) preció que "se palpa el miedo entre la gente, nadie se atreve a criticar ni a exigir solución a la problemática de violencia".
