Situación. El regidor Bernardo Loera considera que la mayoría de las personas que acude los domingos a participar de las actividades culturales y artísticas no busca el consumo. José Antonio Rodríguez / El Siglo de Durango / Durango, Dgo.
Realizar actos públicos los domingos y darse el lujo de cerrar las calles del Centro Hist´orico para ello es impertinente, pues la actividad comercial se ha visto mermada y por otro lado cada día hay más brotes de influenza.
Así lo manifestó el regidor Bernardo Loera Carrillo, quien añadió que el comercio del Centro Histórico se ha visto afectado por la restricción a la circulación veh´icular durante los domingos.
Como es conocido por la mayoría, desde hace algún tiempo en la avenida 20 de Noviembre se llevan a cabo una serie de actividades culturales y artísticas, lo que representa el cierre de esta vialidad, desde la calle Zaragoza hasta Patoni.
Aunado a ello, otras rúas del mismo Centro Histórico son cerradas de forma temporal por los diversos trabajos de remodelación y adecuación que se desarrollan.
Las calles del primer cuadro de la ciudad son un caos a causa de las obras que se llevan a cabo y esto se remata los domingos.
Dicha situación resulta desquiciante para los ciudadanos, no sólo porque se impide el tránsito, sino que además se ha afectado a los comercios y hoteles del Centro Histórico.
Virus olvidado
Pero, por si faltara poco, se ha venido anunciando e incrementando de forma considerable el rebrote de la influenza tipo AH1N1 en Durango.
Ya se han perdido vidas a causa de este virus, de tal suerte que resulta propiciar las concentraciones masivas de la sociedad, cuando existe la amenaza de que el padecimiento ataque con mayor fuerza propiciado por la temporada de frío que está en puerta.
El hecho de que estén cerradas varias calles aledañas a la avenida 20 de Noviembre deriva en que los conductores que anteriormente pasaban a comprar una nieve, revista, libro, botana, ya no lo hagan para evitar complicaciones.
Y es que las personas que se acercan a estos eventos promovidos por el Gobierno son a quienes se les facilita el transporte y acuden con otros objetivos, más de diversión que de consumir.
Ellos tienen derecho a divertirse y eso no se critica, pero sería prudente reubicar este tipo de actividades, no sin antes valorar también de acuerdo al riesgo que exista por la influenza.
Posiblemente, cuando se terminen los trabajos de remodelación de Las Alamedas, este sitio pueda ser un buen lugar para albergar las actividades culturales que por ahora se realizan en la avenida 20 de Noviembre.
En dicho lugar hay suficiente espacio como para evitar que se afecte el libre tránsito vehícular, como ha venido ocurriendo en el Centro Histórico.
