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MÉXICO, DF.- General Motors México (GMM) puso en operación un Centro de Atención a Clientes el viernes pasado. El nuevo activo se localizará en su complejo industrial de Toluca, Estado de México.
La firma automotriz aseguró que invirtió un millón de dólares en su instrumentación. Así, la entidad mexiquense recibió una leve inyección de lo que será el nuevo enfoque de trabajo de la compañía, luego de que en diciembre pasado se cerrara la línea de producción de camiones Kodiak.
La central de comunicación es capaz de recibir 36 mil llamadas mensuales de sus clientes y proveedores. Ejecutivos del área de relaciones públicas informaron que las instalaciones están preparadas para dar respuesta de más de 61 mil llamadas. GMM también celebró la producción de su motor número 6 millones en sus instalaciones de Toluca. Este equipo se envió a las líneas de producción de Ramos Arizpe, Coahuila, para colocarlo en un Chevy, el modelo de mayor venta para la marca en suelo mexicano.
Este activo industrial de la marca fue inaugurado en 1965 por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz y fue una de las primeras inversiones derivada del decreto automotriz que había publicado meses antes.
La planta de motores de General Motors en Toluca tiene una extensión de 42.6 hectáreas y una capacidad de producción de 562 mil unidades al año.
Con el inicio de la central telefónica, GMM cerró una semana donde también realizó la inauguración de una nueva planta, en San Luis Potosí, para fabricar transmisiones automáticas para motores de seis cilindros. Ahí la inversión fue por un monto de 300 millones de dólares, la cual generará hasta 600 empleos.
El millón de dólares de la central telefónica fue el colofón de una intensa actividad de inversión que inició en 2005.
En un plazo de cuatro años la marca dedicó en México 3 mil 600 millones de dólares para ampliar y modernizar su capacidad de producción de motores y trasmisiones en sus complejos de Silao, Guanajuato; Ramos Arizpe, Coahuila y Villa de Reyes, San Luis Potosí.
