Ante los tiempos difíciles que vive el país, la CEM consagró a México al Espíritu Santo, a fin de sembrar la semilla para "enderezar las ramas torcidas dentro de la sociedad, y salir de la espiral de violencia y corrupción generalizadas".
Al inaugurar la 87 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), su presidente, Carlos Aguiar Retes, reconoció que la Iglesia Católica en México debe intensificar su presencia para reconstruir y fortalecer el tejido social; así como acompañar a los católicos a través de sus parroquias.
En una misa especial, celebrada en la Basílica de Guadalupe, y acompañado de los 125 obispos, 100 vicarios episcopales y por el nuncio apostólico, Christophe Pierre, el también arzobispo de Tlalnepantla celebró además el Día del Papa.