Un Ministerio Público Militar investiga el incidente en que elementos de la Marina de la Armada de México dispararon e hirieron a un niño y dos jóvenes, ante la declinación por incompetencia de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
En tanto que personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una indagatoria por su cuenta para deslindar responsabilidades, familiares de los afectados analizan la posibilidad de interponer una denuncia penal, pues consideran que los marinos reaccionaron con exceso y pusieron en riesgo la vida de los jóvenes.
La tarde del domingo, personal de la Marina disparó sus armas contra una camioneta Cherokee en la que viajaban los lesionados.
A bordo iban un niño de 11 años que fue herido en un brazo, así como un adolescente que resultó ileso pero que sufrió golpes de los marinos.
Los otros dos ocupantes, un joven de 18 años y otro de 2, también resultaron heridos de bala, y aunque uno tiene alojada una bala en el torso, ya fueron dados de alta en el hospital gracias a que las heridas no ponen en riesgo su vida.
En su momento, el director de la Policía Estatal Preventiva (PEP), Eusebio Alesio Villatoro Cortés, explicó que posiblemente una confusión provocó que los marinos dispararan contra los jóvenes, pues poco antes habían recibido el reporte de la presunta presencia de un convoy de hombres armados.
La PGJE confirmó que "personal militar se enfrentó a balazos con personas armadas" a la altura del kilómetro 25.7 de la carretera de cuota Playas de Rosarito-Tijuana, donde colectaron 37 casquillos calibre 5.56 de armas largas.
No se dio a conocer si quienes se enfrentaron a balazos con los marinos fueron detenidos, y la Procuraduría de Justicia del estado sólo confirmó que nueve armas tipo fusil calibre .223 de los marinos fueron aseguradas para practicarles pruebas periciales.
Sobre la presencia de los jóvenes en el lugar, se informó que poco antes de ser vistos por los marinos se encontraban en unos terrenos aledaños a la carretera de cuota, practicando "arrancones" en las colinas que abundan en ese sitio.
Al observar a los militares en posición de disparar, los afectados intentaron retirarse del lugar, pero habían sido vistos por los uniformados, quienes les ordenaron detenerse.
De acuerdo con versiones que no han sido confirmadas, los muchachos sacaron los brazos por las ventanas del vehículo para mostrar que no llevaban armas, pero aun así fueron agredidos a disparos, con los resultados expuestos.
Sobre la declinación de las investigaciones por incompetencia, la PGJE argumentó que con fundamento en diferentes artículos de la Constitución Mexicana, el Código de Justicia Militar, Código Procesal Penal del Estado, así como la Ley Orgánica propia.