Celebración
El arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, presidió misa en la Catedral Basílica Menor.
Durango. Con un mensaje en el que se invita a procurar un acercamiento con Dios, el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, inició las actividades de la Cuaresma al presidir la misa que se celebró en el Miércoles de Ceniza.
Desde el altar mayor de la Catedral Basílica Menor, la invitación de Monseñor fue muy clara, al considerar “importante acercarnos a la casa de Dios, para expresar con humildad y sinceridad de corazón que deseamos convertirnos y creer de verdad en el Evangelio”.
Piedad.
Después de la bendición donde el Arzobispo llamó a la reflexión, explicó que la ceniza con que se inicia el tiempo cuaresmal se puede considerar bajo tres efectos: “una amplitud de reconocimiento por la cual elevamos la mitad de nuestros pensamientos primeramente a Dios, luego en dirección hacia Él y con un sentir de piedad para con Él”.
También el Miércoles de Ceniza, dijo, “nos debe orientar hacia los prójimos con una actitud piadosa por la cual buscamos ser justos y al mismo tiempo de mano abierta y caritativa hacia Él. La tercera dimensión sería hacia nosotros mismos de humildad y ser consientes de nuestra condición de pecadores”.
“El hombre desde su historia más antigua tiende a creerse más de lo que es. La palabra de Dios en este día nos enseña a ser humildes; humildad que significa reconocer lo que somos: pequeños, modestos, sencillos; y no engreírse más de la cuenta, ya que acostumbran muchos decir actualmente que es necesario tener autoestima de sí mismos, cosa que es buena, siempre y cuando sea equilibrada para poder lograr una renovación personal y con la ceniza nos haga personas nuevas”.
La ceniza significa también el sufrimiento, el luto y el arrepentimiento, que englobados nos dan explícitamente el significado de dolor y de penitencia, recalcó el pastor de la grey católica.
