En medio de un tono de fiesta y júbilo, los australianos se lanzaron a matar miles de sapos venenosos en una campaña nacional contra los anfibios; sus restos serán usados como fertilizante para agricultores.
Centenares de participantes en cinco comunidades en todo el Norte del estado de Queensland celebraron comiendo salchichas, bebieron y realizaron competencias con premios mientras los sapos eran pesados, medidos y exterminados en medio del inicio de la celebración “Eliminación de sapos”.
Los sapos, que crecen hasta 20 centímetros de largo, fueron importados de Sudamérica a Queensland en 1935 en un intento fallido por eliminar los escarabajos que perjudicaban los cultivos de caña de azúcar. En Townsville, unas 400 personas capturaron 3, 600 sapos, dijo el control ambiental del concejo municipal.