El PRD iniciará el próximo año arrastrando una deuda millonaria, con un recorte a sus prerrogativas de más de 30%, un capital político disminuido y una confrontación vigente entre sus dos principales polos internos.
Hasta antes de las pasadas elecciones federales, el PRD mantenía una deuda superior a los 700 millones de pesos (desde entonces no ha informado a cuánto ascienden sus pasivos), además sus finanzas se verán apretadas por la disminución de su votación en más de 17 puntos porcentuales.
En el año 2000 el PRD se ubicó como tercera fuerza política al ganar 18.67% de la votación nacional; en 2003 bajó 1.07 puntos al ganar 17.60%; para 2006 el partido del Sol Azteca estuvo a punto de ganar la elección presidencial con 35.31%; en 2009 obtuvo sólo 12.20%, la más baja en esta década.
Un diagnóstico del PRD advierte que el partido "desgastó su capital político antes de la elección de 2009" a partir de las pugnas entre corrientes, la falta de unidad, los acuerdos políticos por encima de la militancia, la resistencia civil de López Obrador y la falta de ética. Agrega que el PRD vive la peor crisis de su historia.
El ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y Jesús Ortega Martínez, líder nacional del PRD, mantienen su distanciamiento.
El PRD fue a un Congreso "refundacional" y al concluir, en esa misma semana, Ortega Martínez reactivó la alianza con PT y Convergencia, que abanderó a AMLO en 2006.
El Sol Azteca enfrentará el próximo año las elecciones de 10 gobernadores y fijará rumbo hacia la renovación de su dirigencia nacional en 2011 y la designación de su abanderado que competirá por la Presidencia en 2012.
