El año 2008 terminó de manera violenta y por desgracia para Torreón el año 2009 inició con una balacera, la cual algunas voces ya califican de histórica debido a que duró más de cinco horas.
El pasado 24 de diciembre cuando muchas personas se preparaban para la tradicional cena de Navidad, en la colonia Durangueña se registró una balacera que provocó el pánico en el Centro de la ciudad y que dejó como saldo un policía municipal herido. Este hecho provocó que el 25 de diciembre se instalara un espectacular retén en dicho sector que permitió a las Fuerzas Federales detener a 2 personas.
Dos días después, el sábado 27, dos patrullas de la Policía Municipal de Torreón fueron emboscadas en el bulevar Río Nazas lo que dejó gravemente heridos a tres policías. Estos hechos comenzaron a provocar psicosis y temor en el grueso de la población, que veía con asombro cómo desaparecían los días de paz y armonía propios de diciembre.
Un amplio sector de la población se consolaba pensando en que estos hechos ocurrían en colonias marginadas. Consuelo que desapareció el 1 de enero cuando en la colonia residencial Campestre La Rosita se registró una balacera que duró más de cinco horas y que provocó que los colonos del Paseo del Pozo abandonaran sus casas para buscar refugio con familiares.
Hasta el momento el espectacular operativo únicamente ha dejado como saldo dos detenidos y múltiples quejas de los vecinos del sector que afirman haber sufrido robos por parte de los policías federales. Por desgracia, la mayoría de los afectados no ha puesto denuncia por miedo a represalias.
Estos días de fiesta se han visto empañados por la violencia, la cual se puede hacer presente en cualquier momento y lugar. Sin duda, un mal e inédito inicio de año está viviendo Torreón. A pesar del panorama gris, como Sociedad no podemos vivir presa del miedo, por el contrario estamos obligados a continuar con nuestra vida cotidiana y no ser presa de la psicosis. 2009 será un año difícil, no sólo por la violencia sino también por la crisis económica, sin embargo es también una oportunidad para demostrar nuestra fortaleza como laguneros.
