Irán afirmó el martes que está dispuesto a canjear su uranio poco enriquecido por material más enriquecido, pero solamente en su territorio, para garantizar que Occidente cumpla con sus promesas de entregar el combustible.
Las condiciones iraníes significan de hecho el rechazo de un plan gestionado por las Naciones Unidas destinado a demorar su capacidad de construir un arma nuclear. Según el plan, Irán debería exportar su uranio para que sea enriquecido en Rusia y Francia donde sería convertido en cátodos de combustible para ser devueltos a Irán un año después.
El vocero de la cancillería Ramin Mehmanparast dijo que Irán envió su respuesta a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania, diciendo que desea un intercambio simultáneo en suelo iraní.
"La respuesta iraní está dada. Creo que la otra parte la ha recibido", dijo Mehmanparast. "La creación de una garantía ciento por ciento de entrega del combustible es importante para Irán".
Otro funcionario iraní, Ali Akbar Salehi, titular de la agencia iraní de energía atómica, dijo al confirmar los detalles que, para Irán, ese intercambio era "una garantía objetiva".
Las autoridades iraníes han acusado a occidente de no cumplir sus promesas del pasado de suministrarle tecnología. Agregan que no confían en que occidente devolverá los cátodos si Teherán deja salir su uranio.
Estados Unidos y sus aliados europeos acusan a Irán de embarcarse en un programa de armas nucleares. Irán lo niega y asegura que su programa sólo se propone generar electricidad.
El uranio poco enriquecido se usa para operar un reactor de energía nuclear, pero el uranio altamente enriquecido puede ser convertido en un arma. El plan respaldado por la ONU busca asegurarse de que Irán, al menos temporalmente, no tenga suficiente uranio poco enriquecido que pueda procesar para llegar a producir una bomba.