EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Inútiles carísimos

EL COMENTARIO DE HOY

FRANCISCO AMPARÁN

Cuando el Real Madrid anunció la adquisición del volante portugués Cristiano Ronaldo al Manchester United, por la astronómica suma de 131 millones de dólares, la pregunta fue obligada: ¿Hay un jugador que realmente valga semejante cantidad de dinero? ¿Se justifica una inversión de ese tamaño, equivalente a lo que gasta el IFE en una semana de spots que casi nadie ve, y que quien lo hace vomita del asco?

Y ése no fue el único gasto fuerte de la organización merengue: unos días antes había comprado al Milán los servicios de Kaká, por alrededor de 90 milloncejos de billetes color lechuga. Sí, por alinear a dos pares de piernas, Real Madrid desembolsó más de 220 millones de dólares.

Que puede parecer mucho, poco o lo justo, dependiendo de lo que uno piense que valen esos jugadores, y lo que de ellos se puede obtener en la forma de trofeos y entorchados

Dado que de futbol sé lo mismo que la mayor parte de la culta afición mexica, o sea nada, puedo aventurar una opinión contundente (como suele hacerlo la culta afición mexica cada lunes): Real Madrid fichó a dos de los tres mejores futbolistas del planeta. El otro es Messi, que a ése el Barcelona no lo suelta ni aunque le dé elefantiasis. No los culpo, con lo caro que les costó el tratamiento hormonal para que creciera

En resumen: considero que Real Madrid hizo una buena inversión. ¿Hay dinero mejor gastado que el soltado para obtener a dos de los mejores tres

Esas noticias causaron consternación en México. No sólo por los montos y lo que ello implican; por ejemplo, que según mis cálculos, Cristiano Ronaldo ganará mi sueldo mensual cada 50 segundos que pase en el terreno de juego. Y sin pagar IETU, ISR ni otras añagazas creadas por los ladrones de Hacienda. No, causaron consternación en vista de los pobres resultados que se tienen en este país en relación con lo que se gasta. En futbol. Y en política.

Cada uno de los seleccionados nacionales gana más que el 98% de la población. A cambio, lo único que se les pide es que jueguen bien, suden la camiseta y no den lástimas ante potencias futbolísticas como El Salvador u Honduras. Pero no, ni eso pueden hacer.

Cada diputado federal gana más que el 98% de la población. Lo único que se les pide es que estén alfabetizados, trabajen un poquito por el país, den alguna muestra de que poseen un mínimo de dignidad y que paguen los mismos impuestos que los desgraciados a los que dicen representar. Pero no. Nuestros futbolistas y nuestros diputados son las peores inversiones que ha hecho este país: un montón de inútiles, buenos para nada, sin ninguna noción del ridículo, y que todavía pavonean sus desvergüenzas.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 440637

elsiglo.mx