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Irán espacial

EL COMENTARIO DE HOY

Francisco Amparán

Una de las noticias más interesantes de la presente semana se presentó cuando el presidente de Irán Mahmud Ahmedinejab anunció que su país había puesto en órbita baja un satélite artificial

La cuestión es que para colocar en órbita (así sea baja) al satélite Omid ("Esperanza" en farsi, la lengua mayoritaria de Irán), se empleó un cohete de dos etapas en el que se utilizó, según Ahmedinejab, únicamente tecnología autóctona. Según esto, ni un switch fue diseñado en el extranjero. Así pues, los iraníes aspiran a iniciar un programa espacial ellos solitos, sin depender de nadie.

Y uno podría pensar que qué bueno, total, cada quién sabe en qué fierros viejos (o nuevos) se gasta el presupuesto. Pero aquí hay varias cuestiones que alarman sobremanera a muy diversos países.

En primer lugar, haber desarrollado un cohete de dos etapas podría darle a Irán la capacidad de enviar hipotéticas armas nucleares a lugares muy distantes. Según los cálculos de los expertos, un misil de ese tipo podría alcanzar capitales como Roma, París, Londres y Berlín. Así que ya se imaginarán la risa que el asunto les ha provocado a los gobiernos de esos países.

En segundo lugar, se teme que las hipotéticas armas nucleares no resulten tan hipotéticas. Irán se ha emperrado en continuar con su programa nuclear, pese a las objeciones de la comunidad internacional y dos o tres trompadas con la Agencia Internacional de Energía Nuclear. Los iraníes insisten en que su programa es pacífico, y que sólo se pretende usarlo para generar electricidad y realizar investigaciones. Pero, la verdad, la retórica que siempre emplea el presidente, lo obtusos que son los Ayathollas que todavía tienen la sartén por el mango, y los obstáculos para que haya supervisión neutral e independiente, simplemente dan muy mala espina.

El caso es que tanto el programa de desarrollo de cohetes, como el nuclear, emplean lo que se da en llamar tecnología dual: esto es, que igual puede usarse con fines pacíficos como para lo militar.

Irán ha aprovechado el berenjenal en que se convirtió Irak para intentar erigirse en la potencia dominante en esa zona del mundo. Tener armas nucleares la volvería una fuerza imposible de ignorar.

Pero también falta ver qué opina Israel, país al que tener cerquita un Estado cuyo presidente niega el Holocausto, y que ha pedido que los israelíes sean borrados del mapa, no le parece nada cómodo. Y si Irán parece acercarse al logro de armas nucleares, y con misiles balísticos, su reacción es previsible: bombardear las instalaciones iraquíes

Sólo que en estos tiempos, un suceso de ese tipo tendría repercusiones que nadie, pero nadie, puede prever. Pero eso sí: serían gravísimas.

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