Rechazada por Hacienda la posibilidad de excluir del IVA disfrazado a tasa de 2% a alimentos y medicinas, la oposición está levantando la mira hacia el polo contrario: acotar o de plano cancelar la llamada consolidación fiscal.
Estamos hablando de la prebenda que le permite a las empresas integrar en una sola canasta las pérdidas y ganancias de sus filiales, para efecto del entero del Impuesto sobre la Renta.
De acuerdo con un cálculo conservador, por esa vía, o si lo prefiere rendija, el fisco deja de percibir al año 200 mil millones de pesos.
Vigente desde 1983, la alternativa ha permitido abusos sin fin de grandes corporativos, que de pronto se sacan de la manga alguna filial que mantiene colosales pérdidas, lo que se contrapone con las jugosas ganancias del resto. El patito feo, pues, en el lago de los cisnes.
Más aún, se da el caso de que algunos de ellas adquieran firmas con pérdidas permanentes sólo para integrarlas al esquema
El caso más comentado hasta hoy es el de Aeroméxico, cuyo capital, a contrapelo de la recomendación de los expertos, fue adquirido por un grupo compacto de accionistas de Banamex.
Digamos que, por brutal que parezca, el banco compró las pérdidas
El truco se habría multiplicado por mil en la actual temporada de vacas flacas, en que la mayoría de las empresas navega con números rojos, lo que explicaría la dramática caída en la recaudación, cuyo monto superó con mucho a la propia contracción de la economía y, naturalmente, a la baja producción de petróleo.
Lo cierto es que los intentos de cerrar la llave se han estrellado invariablemente, por absurdo que parezca, en la obstinación de la Secretaría de Hacienda de mantener abierta la rendija.
La última vez que se revisó el porcentaje de consolidación se armó tal escándalo, que a los pocos días de aprobada la propuesta por el Congreso renunció el entonces subsecretario de Ingresos de Hacienda, Tomás Ruiz.
Estamos hablando de 1999.
El tema, como usted sabe, lo recolocó en la mesa el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, como una de las alternativas para cubrir el boquetazo fiscal previsto para el año próximo sin sangrar más al país con nuevos impuestos. La bandera la está tomando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ante la necesidad de lavarse la cara frente a la posibilidad de resultar el chivo expiatorio en una eventual aprobación de tributos impopulares.
El problema es que empresas como Televisa, que habían mantenido un bajo perfil pese a la posibilidad de un impuesto de 4% a las telecomunicaciones, incluidas las señales de video de sus filiales de televisión por cable, saltarían de inmediato al ruedo.
La gritería sería interminable.
Por lo pronto, la posibilidad de una eventual alianza entre el PRI y el PRD para empujar la alternativa, camina de la mano al creciente repudio social por el paquete planteado por el gobierno y la campaña aturdidora con que le acompaña.
La bandera es simple: que paguen más quienes tienen más. Consolidación fiscal de la discordia.
A contrapelo de la precariedad presupuestal de los municipios en el país, el de Cozumel está planteando una inversión de 150 millones de pesos para crear una naviera de capital mixto, que en el papel facilitaría, con tarifas más bajas, el flujo de turismo hacia la isla.
La jugada la complementaría la desincorporación de un muelle de cabotaje que administra la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, quien le traspasaría la estafeta al gobierno local.
El problema es que tras el proyecto, en calidad de eje, se ubica Franco González Padrón, tío del gobernador Félix González Canto, quien arrastra en su expediente la quiebra de dos navieras de origen estatal: Marítima Chankansal y Marítima de Quintana Roo. Lo curioso del caso es que otro sobrino de éste, Javier Zetina González, director de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo, de inmediato dijo que avalaría la entrega del muelle. Como usted sabe, Cozumel es el principal puerto de escala del planeta para las líneas de cruceros que salen de Estados Unidos, con un tráfico hacia el macizo continental de 2 mil 200 viajes diarios, ya de turistas como de trabajadores de la industria.
Sin embargo, se considera que una naviera estatal depredaría el mercado, dada la sobreoferta con que opera. Por lo pronto, la familia se aglutina en pos del negocio.
REVÉS DE "LA COMER"
Hasta el fin de semana la mayoría de los acreedores de la cadena Comercial Mexicana había rechazado su enésima propuesta de reestructura de su débito, al considerar que no refleja la situación real de solvencia de la firma.
La alternativa planteaba lanzar emisiones de deuda por un global de 10 mil millones de pesos para amortizarse en ocho años, con una tasa de interés inicial equivalente a TIIE (Tasa de Interés Interbancaria Estimada) más 275 puntos-base, que aumentarían hasta 400. Adicionalmente, habría una nueva emisión por 5 mil millones de pesos a seis años, cubriéndose en este caso una tasa fija de 9.2%, en paralelo a otra a dos años con una tasa de rendimiento equivalente a Udis más 300 puntos-base.
La deuda de la firma tiene dos vertientes: una en el marco de la contratación de derivados por parte de un grupo de bancos extranjeros, y otra vía una emisión de papeles de deuda por mil 500 millones de pesos entre inversionistas nacionales.
DEUDA SIN RIESGO
Colocada en revisión especial por la calificadora estadounidense Standard & Pour's la calidad crediticia del gobierno de Veracruz ante lo que se ubica como sobreendeudamiento, éste señala que la fuente de pago del débito contraído representa sólo 1.5% de los ingresos totales de la entidad federativa. Las deudas se han contraído por la bursatilización, es decir, colocación en el mercado de recursos a futuro, empleándose éstos en 2 mil obras de infraestructura en los 212 municipios; el rescate del sector azucarero, y la creación de fondos remanentes para enfrentar la recesión y los dramáticos recortes a las participaciones federales.
NUEVAS CARAS
La novedad en la lista de los 100 empresarios más importantes de México que hará pública en los próximos días la revista Expansión será la aparición de tres de los hijos del magnate Carlos Slim. Estamos hablando de Patricio, Carlos y Marco Antonio Slim Domit, quienes encabezan América Móvil, Teléfonos de México y el Grupo Financiero Inbursa respectivamente.
En la lista están también como novedad el presidente de la firma de suplementos alimenticios Omnilife, Jorge Vergara; el del grupo Comex, Alfredo Achar; el del grupo Magna, Daniel Chávez; el de Genoma Lab, Rodrigo Herrera Aspra, y el del grupo Gicsa, Elías Cababio Daniel.
La sorpresa es la inclusión del empresario extranjero Paolo Roca, presidente del grupo siderúrgico Ternium.
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