MujerES Plenitud
A.C. y d.C. son siglas que comúnmente vemos en los libros de historia y los maestros nos dicen que es cuando el tiempo se parte, antes de Cristo y después de Cristo. Es curioso reflexionar qué importancia le dan a Jesús aún los libros de historia, elaborados muchas veces por personas que no creen en él. Y en estas fechas en la que el ser humano vive sumergido en estrategias de mercadotecnia, en donde vas a pasar una feliz Navidad si tienes pantalla de plasma, si te compras el auto de tus sueños, o si mejor aún participas en sorteos que como premio te van a dar dinero para que "vivas feliz". Fechas en que la humanidad tiene como símbolo de Navidad a Santa Claus, el pavo, árbol de Navidad, fiestas y más fiestas. Además de las frases trilladas donde te desean paz, amor, felicidad, y por todas partes escuchas la frase "feliz Navidad". Tendríamos que preguntarnos si verdaderamente conocemos el significado de la Navidad. La Navidad celebra el nacimiento de Jesús, aún cuando no tenemos la certeza de que sea el 24 de diciembre, ya que hay teólogos que dicen que fue en primavera, pero lo cierto es que en alguna fecha se tiene que celebrar. Personalmente creo que el nacimiento de cualquier ser humano se debe festejar diario, diario celebrar la vida, diario festejar la oportunidad de enmendar errores y diario pedir a Jesús que nazca en nuestros corazones. Jesucristo así como partió la historia del mundo puede partir la historia de nuestra vida. Antes de Cristo nuestro corazón está vacío, después de Cristo junto con él, volvemos a nacer. Invita a Jesús a entrar a tu corazón, no sólo en estas fechas, sino siempre.
Te comparto esta oración:
Señor Jesús esta noche te abro la puertas de esta casa y te pido que entres y cenes conmigo, te abro las puertas de mi corazón, porque tú eres el verdadero motivo de esta celebración. Es por ti que nos reunimos en esta fecha y queremos permanecer unidos a ti, y así como cambiaste la historia, cambia la historia de mi vida, para que un día cuando mi vida termine, pueda nacer en el cielo, en tus brazos. Amén.
Querido lector, esta oración cambió mi vida, pude experimentar cómo hubo un a.C. y ahora d.C. vivo el nacimiento de Jesús en mi corazón todos los días. Y es mi deseo que tú también vivas el verdadero significado de la Navidad.
Este mensaje me lo envió la Sra. Silvia Janeth Martínez Cruz y lo quiero compartir con ustedes.
¡Feliz Navidad!