Muchos detalles escapan a las comisiones de lucha libre, al depender netamente de cada una de las empresas promotoras del pancracio, las cuales conforman sus carteles a su gusto e interés, sin importar precisamente el gusto o interés de los aficionados, quienes finalmente son los que pagan el boleto de entrada.
En cualquier arena de la región es común ver programas repetitivos semana tras semana, donde los mismos elementos aparecen durante muchas semanas en la cartelera de un mismo escenario, situación que provoca el aburrimiento y fastidio de la afición. Es costumbre ver en una función al bueno contra el malo y a la siguiente al malo contra el bueno, posteriormente la revancha entre el bueno y el malo, para seguir con la venganza de cualquiera de los dos y así sucesivamente hasta hartar a los aficionados de pan con lo mismo.
De acuerdo a la H. Comisión de Box y Lucha Libre de Torreón, se tiene un censo de aproximadamente 160 gladiadores profesionales, además de aquellos que están registrados en este mismo organismo que opera en Gómez Palacio, lo cual se traduce en una importante gama de posibilidades para integrar los carteles semana a semana
En un programa de cinco luchas se emplean los servicios de no más de 24 gladiadores, mientras que en un cartel de cuatro combates suelen emplearse entre 16 y 20 elementos, lo que habla del amplio margen para seleccionar cada semana entre las mejores cartas de la baraja y así integrar funciones realmente atractivas y con variedad.
Muchos gladiadores han sido encasillados en uno o dos escenarios, y de acuerdo a los propios luchadores, muchas veces no son contratados en otras arenas por no pertenecer al grupo de protegidos de los programadores o empresarios que operan en dichos escenarios, cerrándose así las oportunidades.
Hay elementos que luego de años de trabajar en Gómez Palacio jamás lo han hecho en Torreón y viceversa, incluso, en esta misma ciudad se tiene a elementos que no han estado en todas las arenas que operan actualmente.
Cada escenario cuenta con su propio público y es seguro que el mismo desea ver a más elementos en acción en cada arena, independientemente del grupo al que pertenezcan. En la variedad está el gusto.
Los empresarios, lejos de "protegerse'', deben abrir las puertas de sus arenas a todas las posibilidades, sabedores de que el talento no tiene fronteras y el gladiador que tenga algo que aportar al verdadero espectáculo de la lucha libre debe ser bien recibido en cualquier escenario.
El crecimiento y madurez de un luchador se da finalmente con la buena preparación y el fogueo en todo tipo de escenarios y ante toda clase de rivales. Quienes han triunfado en los grandes encordados son gladiadores que han roto ese absurdo proteccionismo de programadores y empresarios, quienes hoy en día parecen ser los peores enemigos del buen espectáculo, el semillero de alto rendimiento y hasta de su propio negocio.
Jflores@elsiglodetorreon.
Com.mx
