Apenas hace unos días declaraba el presidente de la Comisión de Box y Lucha Libre de Torreón, Ramón Luján Meneses, respecto a prohibir que elementos que ya perdieron su máscara suban al ring con la tapa puesta, y a los pocos días quedó demostrado el poco respeto que algunos gladiadores tienen hacia la autoridad y los mandatos que de ésta emanan.
En el Deportivo Torreón fue programado el gladiador Conflictus, quien sin duda tuvo su gran época hace algunos años en los escenarios laguneros, donde se desempeñó como todo un estrella, después de años de trabajo y esfuerzo para ganarse un sitio entre consagrados.
En algún momento de su carrera decidió jugarse la máscara y sencillamente la perdió ante un rival que demostró ser superior a él. Con la derrota a cuestas debió cumplir ante el público, que pagó un boleto para ver este duelo, mostró su rostro y dio a conocer su identidad.
Al paso de los años y tal vez con la intención de sorprender al respetable, Conflictus vuelve a los escenarios laguneros y de pronto sube al ring con su máscara, esa que perdió hace ya algunos ayeres.
En días anteriores esta práctica tuvo lugar en el ring de la Plaza de Toros Torreón, donde en contra de la autoridad de Joe Marquina, comisionado en turno, subió al ring con la tapa puesta y por simple capricho jamás se despojó de ella.
Luego de este detalle se decretó, por parte de Ramón Luján, la orden para frenar esta práctica, considerada un fraude en contra del público, de las empresas y del propio gremio de luchadores. Sin embargo, Conflictus volvió a caer en esta actitud poco comprensible y el pasado domingo subió al encordado del Deportivo Torreón con máscara, sin que algún representante de la H. Comisión de Box y Lucha Libre se hiciera presente para impedir este nuevo fraude por parte del gladiador.
Lamentable resulta este tipo de actos, ya que viene de un elemento que siempre demostró tener gran clase, categoría, calidad y profesionalismo; que sin duda fue un estrella de los encordados laguneros y hoy busca reverdecer laureles de una forma poco ética.
Este es sin duda un buen momento para que la H. Comisión de Box y Lucha Libre ponga un hasta aquí a quienes infringen los reglamentos que rigen este deporte, durante muchos años orgullo de los mexicanos y hoy un motivo de pena para quienes verdaderamente lo aprecian como una disciplina.
