Joel Comenta

Como si lo hicieran en el mismo infierno, parecen trabajar los empleados que prestan sus servicios en las diferentes áreas que integran la Dirección de Desarrollo Social y Humano de este Municipio, al tener que soportar el agobiante calor de la temporada en oficinas donde el sistema de aire acondicionado tiene días fuera de servicio.

En esta misma situación se encuentra el área de la Comisión Municipal del Deporte, una de las más visitadas diariamente por personas que acuden a realizar diversos trámites relacionados con esta actividad.

Para aquellos laguneros que se atreven a salir a la calle con la finalidad de realizar algún trámite en este edificio, el primer reto es soportar las altas temperaturas de la temporada, provocadas por un sol que desde temprana hora deja sentir todo su rigor.

Ya en el interior del inmueble de esta dirección municipal, ubicado sobre bulevar Revolución y calzada Colón, empieza el verdadero martirio para visitantes y empleados, ello debido a la falta de una adecuada ventilación natural y la ausencia del servicio de aire acondicionado.

Rostros malhumorados y con muecas de desesperación son de lo más común en todas las áreas y la razón es simple, el calor pega con todo sobre todas aquellas personas que se ven obligadas a permanecer en este inmueble para el desarrollo de algún trámite, algunas de ellas deben estar incluso varias horas antes de lograr cumplir su cometido.

La situación aún es peor para los empleados, quienes deben cumplir su jornada en módulos que registran una alta temperatura y sin más consuelo que un improvisado abanico de mano.

Los propios trabajadores manifiestan que hace unos días se registró un fuerte problema con el sistema eléctrico y el cambio de voltaje dañó muchos de los motores de los aparatos de aire, así como equipos de computación.

De entrada este detalle obligó al Municipio a realizar una fuerte erogación para reparar computadoras y aparatos de aire, pero el problema persiste, ya que los días pasan y la incomodidad y molestia crece entre empleados y visitantes, quienes deben soportar el calor en esta auténtica "olla de vapor''.