Como cualquiera. Pese a la atención que genera su relación con Brad Pitt, la actriz dice que lleva una vida como la de cualquier otra persona.
EL UNIVERSAL México, df.- Es una de las actrices más famosas, pero Angelina Jolie asegura que es una persona normal y junto a su pareja, Brad Pitt, lleva una vida ordinaria.
Los actores, acostumbrados a ser objeto de atención de los paparazzi, disfrutaron del verano en compañía de sus seis hijos en el Chateau Miraval, en Francia, informó la página examiner.com.
"Soy una madre muy dedicada y verdaderamente normal. Dedico mi tiempo libre a mi trabajo en las Naciones Unidas, tengo un interés sincero en cuestiones sociales. Al mismo tiempo, mi principal interés está en mis hijos. Quiero estar con ellos en los grandes momentos de sus vidas", explicó la actriz.
El pasado 12 de septiembre, Jolie visitó un campo de refugiados en la frontera entre Kenia y Somalia. Al viaje la acompañó su hija Zahara, una niña etiope que adoptó en 2005.
Y pese a que su vida amorosa con Brad Pitt suele figurar en los medios de comunicación, ella no hace caso de los rumores.
"No pido toda esa atención en los tabloides, así que nunca leo lo que escriben sobre nosotros. Tengo una familia que cuidar y no salgo mucho. Viajo y hago filmes y es todo, así que no entiendo porqué la gente quiere saber más acerca de nuestras vidas", señaló.
Hace algunos meses se dijo que la famosa pareja estaría atravesando una crisis y que Pitt habría entrado de nuevo en contacto con Jennifer Aniston, su ex esposa.
Y tan "ordinaria" es la vida que lleva que invirtió junto a Pitt 74 millones de dólares en su "nido de amor".
Se divierten juntos
El pasado de semana Brad Pitt y su hijo Maddox disfrutaron de una sesión de videojuegos en Nueva York.
El pequeño, de ocho años, y Pitt demostraron su habilidad al volante de los coches de "arcade". El actor hizo gala de su paciencia con los niños, una vez más, y esperó resignado a que a su hijo le tocara el turno en cada uno de los juegos.
Fue una jornada sólo para chicos llena de atracciones, videojuegos y menú al más puro estilo americano: grandes vasos de refresco, generosas raciones de nuggets, aros de cebolla y papas fritas.
Pocas horas más tarde ambos llegaban al aeropuerto JFK de Nueva York, poniendo así punto y final a unos días llenos de compromisos para Pitt. Brad no sólo ejerció de súper papá, sino que además se reunió con Bill Clinton para hablar de su proyecto para reconstruir Nueva Orleans.
