
El maestro Flaviano González Rojas, de 54 años, hace uso de su formación en ingeniería mecánica para darle vida a los más complicados y también inocentes juguetes de madera, activados exclusivamente por la fuerza de la física. Desde carritos de todos los modelos, cabalgadores formados por la cabeza de un caballo y un palo para montar, carruseles, saltimbanquis y móviles de aves hacen fila en su taller para recibir el toque final.