En los caprichos del destino, el horror de la brutal tragedia en la guardería ABC de Hermosillo empata con el periodo en que tradicionalmente el Congreso de la Unión evalúa las fortalezas y debilidades del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El escándalo provocado por la evidente irresponsabilidad de habilitar un oscuro galerón instalado para cobijar una maquiladora como estancia infantil subrogada, pues, le pondrá un toque más de dramatismo al ejercicio.
El rito, como recordará usted, se inicia a la presentación al Ejecutivo y al Congreso del Informe sobre la Situación Financiera del Instituto Mexicano del Seguro Social, en que se plantea una radiografía de cara a su viabilidad.
El plazo de entrega vence el 30 de junio de cada año.
De acuerdo a los datos preliminares obtenidos por el columnista, el organismo tripartita se ubicó en el pantano, al caerse dramáticamente la recaudación de cuotas, parte por el desempleo galopante en el país, y parte por el incumplimiento patronal derivado de la crisis.
El equilibrio, pues, se rompió dramáticamente al perderse la relación entre trabajadores activos y jubilados, lo que obliga a utilizar los recursos de algunos de los seguros, para cubrir los boquetes.
El problema es que algunos de ellos están en la calle. Estamos hablando, por ejemplo, del rubro de Enfermedades y Maternidad, cuyo boquete se agigantó con la disposición presidencial de que ninguna mujer se quedaría sin posibilidad de dar a luz, sea o no derechohabiente.
Más aún, el he dicho del presidente Felipe Calderón apuntó a que ningún recién nacido se quedara sin atención médica, estuviera o no afiliado al Instituto.
Ahora que por ningún lado llegó el respaldo económico requerido.
Lo cierto es que el gasto del organismo se ha elevado al infinito ante el envejecimiento de la población, en un escenario en que el porcentaje de derechohabientes con más de 65 años se ha incrementado de cinco al 23 por ciento en los últimos tres años.
Más aún, las enfermedades crónicas degenerativas se han multiplicado en el lapso.
Lo inaudito del asunto es que hace unos días, en la fase previa a la presentación del documento, el director general del organismo, Daniel Karam Toumeh, le ofreció un diagnóstico al pleno del Consejo Coordinador Empresarial, en que predominó el color rosa.
De acuerdo a ello, el organismo ha avanzado sustancialmente en capítulos como la calidad y calidez de sus servicios; el fortalecimiento de sus finanzas, y su viabilidad operativa.
Más al detalle, según ello ya se logró un equilibrio en el abasto de medicinas; ya se cuenta con expedientes clínicos electrónicos para derechohabientes y ya se logró una sustancial mejora en los procesos de compra, y se tienen ya la facilidad de las guías clínicas.
Casi el paraíso.
Más aún, si al inicio del sexenio había 0.8 camas por cada mil derechohabientes, hoy se tienen 1.8.
Digamos que el organismo ganó en tres años lo que no había logrado en 30.
Y si le seguimos, si hace tres años sólo 55 por ciento de los derechohabientes estaba satisfecho con la atención médica de primer nivel, el año pasado se llegó a 75, para alcanzar en ésta el 92.
La hazaña del milenio.
Naturalmente, el nombre de la firma que realizó la supuesta evaluación se guarda bajo siete llaves, como tampoco se ofrecen datos duros para avalar los presuntos logros.
Desde otro ángulo, se sostiene que el IMSS ha incrementado su infraestructura para atender las enfermedades más recurrentes, pasando, en el caso de la diabetes, de cinco a 31 mil millones de pesos en los últimos tres años, lo que implica saltar del 2.3 al 4.4 del gasto total.
En lo que toca a la hipertensión, se saltó de cinco a 30 mil millones de pesos, lo que equivale a pasar del 2.1 al 4.3 por ciento.
Naturalmente, el sistema nacional de guarderías propias y subrogadas, atraviesa por su mejor momento. Se diría, pues, que Karam Toumeh llegó ante la cúpula empresarial con el mismo despliegue de optimismo (¿o habría que llamar cinismo?) con que acudió a la capital de Sonora.
El guión, a la vista de la tragedia, que hasta ayer al mediodía enlutaba a 43 familias, hablaba de cero irregularidades; de inspecciones rigurosas a las guarderías subrogadas; de seguridad total para los niños
La corrupción al cobijo de priístas y panistas.
Operación camouflaje, pues, ante el estupor mundial por la magnitud del drama. Quién se acuerda ya cuando la Secretaría de Hacienda decidió abatir al mínimo las cuotas de subrogación, lo que provocó el despido de personal especializado como educadoras y nutriólogas.
Quién se acuerda de las protestas de los padres de familia ante la evidente pérdida de las condiciones mínimas de higiene y seguridad frente el ahorro mal entendido.
La mesa, pues, está lista para colocar en el mantel desde la viabilidad real del Instituto, hasta la incapacidad de sus funcionarios. juicio del IMSS.
BALANCE GENERAL Suponga usted que, en efecto, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes está empeñada a cualquier costo en bajar del aire a la empresa Aviacsa para abrirle la pista a las líneas aéreas de bajo costo de Mexicana de Aviación, Aeroméxico o las propias Volaris e Interjet.
Supóngase usted que, en la cumbre de la perversidad de la dependencia, los peritajes realizados a la flota de la firma apuntaban a reprobarla a como diera lugar.
¿Y SI NO? ¿Es correcto que un amparo permita operar a una empresa cuyos aviones no pasaron las mínimas pruebas de viabilidad? ¿Puede un juez invalidar o soslayar peritajes realizados con rigor profesional?
Por lo pronto, llama la atención que la SCT no haya impugnado el recurso en su legítimo derecho de apuntalar su razón de autoridad.
FUEGO CRUZADO Por lo pronto, el titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la SCT, Gerardo Sánchez Henkel, se encuentra a fuego cruzado, al movilizar el grupo Salinas de Ricardo Salinas Pliego, un ejército de abogados para presentar una demanda en su contra.
El rastreo habla de fincarle responsabilidades administrativas, civiles
La manzana de la discordia, como usted sabe, es una declaración atribuida a éste en la que culpa del despido de 15 de los abogados de la dependencia de haber favorecido por omisión los intereses de Iusacell.
Las entrelíneas, pues, hablan de soborno.
PRESIDENTE BALÍN Lanzada toda la carne al asador en su obstinación por mantenerse en el candelero, hete aquí que Ismael Plascencia resultó un presidente balín para la Cámara Nacional de la Vivienda.
Dos meses después no se ha presentado a reunión alguna.
Peor aún, hete aquí que se ajustó la agenda del director general en la Sociedad Hipotecaria Federal, Víctor Gavito, para que empatara con la de él en una presentación ante el Consejo Directivo del organismo