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La amachada

EL COMENTARIO DE HOY

Francisco Amparán

La patética Administración de George W. Bush llega a su ocaso. Las últimas semanas, el tonto del pueblo que durante ocho años ocupó la Casa Blanca, las dedicó a intentar convencer a su pueblo (el resto del mundo, como siempre, poco le importó) de que dejaba un legado positivo. Sólo él puede creer que deja un legado, ya no digamos positivo. En su cerradísima visión del mundo, insiste en que las cosas salieron bien, y que hizo lo que tenía qué hacer. Por supuesto, el dejar la Presidencia con peores niveles de aprobación que Johnson o Nixon, para él no es una señal digna de ser considerada.

Los daños que su Presidencia le hizo a las libertades políticas de Estados Unidos y a la imagen de su país en el mundo, tardarán mucho en ser restañadas. Quizá Obama lo consiga ya para el final de su (¿primer?) período de cuatro años. Pero la derrota que sufrió la visión neoconservadora, a partir del seguimiento de una miope ideología que demostró ser perfectamente ineficaz, de ésa sí quién sabe cuánto tarden en resarcirse los Republicanos. Después de todo, luego de toda una generación (desde Reagan) en que los conservadores han querido fabricar a los Estados Unidos a su imagen y semejanza, no tienen nada qué mostrar a su favor. Sólo un sistema económico al borde del abismo, el despapaye de Irak, y una sociedad menos próspera y con menos ilusiones en promedio que la de hace treinta años.

Y para colmo, el gallo que podría convocar a las tropas republicanas a reagruparse, en realidad es una gallina. Y en varias acepciones del término.

Porque resulta que quien se anda moviendo para mantenerse en el candelero y aspirar a derrotar a Obama en 2012 no es otra que Sarah Palin. Sí, la candidata a la Vicepresidencia que se la pasó dando lástimas mientras duró la campaña del año pasado.

Al parecer, para los conservadores jóvenes, Palin constiuye la esperanza de recuperar el terreno perdido, dado que es de su edad (no de setentaytantos como McCain), se supone que tiene carisma y empuje (pregúntenle a los alces que caza) y de alguna manera la sienten conectada con su sentir. El problema es que Palin, pese a las deficiencias y carencias que sacó a relucir en las pocas semanas en que estuvo bajo los reflectores, se la está creyendo. Y ha hecho todo lo posible por mantenerse en el ojo público, como para que no se olviden de ella.

Por supuesto, que Palin ande moviéndose para conservar sus esperanzas de aquí a cuatro años es de una ingenuidad que borda en la esquizofrenia. Pero que haya algunos republicanos que piensen que ahí está el futuro del Partido Republicano… lo que quieren es asegurarse de que Obama y los demócratas se queden en la Casa Blanca por quién sabe cuántos años más.

Y si no, al tiempo. Al tiempo.

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