La Audición un Bien Preciado
La ciencia médica indica que la otosclerosis es una enfermedad progresiva, que no tiene cura, sobre la cual los otorrinolaringólogos nos advierten que cuando ataca es necesario visitar al médico para -mediante exámenes audiológicos- determine el tipo de tratamiento para superar el mal.
El doctor Andrés Sánchez, vicepresidente de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología, Cirugía Cabeza y Cuello, explica que es un padecimiento del oído interno, un mal congénito hereditario, que puede presentarse en ambos ó en un solo oído.
Normalmente afecta a adultos a partir de la 3a-4a década de la vida, sobre todo mujeres.
Señales y silencio
El primer síntoma es la hipoacusia, una sordera media o moderada, rara vez severa. Es progresiva de tipo conductiva, que aparece con el tiempo, acompañada de acúfeno o tinnitus (zumbidos o ruidos constantes). La gravedad del problema varía de un paciente a otro, así como la velocidad de progresión de la enfermedad.
De acuerdo con el doctor Sánchez: Algunos tratamientos son quirúrgicos, consisten en eliminar el huesecillo que se desarrolla en el estribo del oído medio para colocar una prótesis de 4 mm, con grosor de 0.6 mm. Lo cual permite continuar la comunicación del sonido a través del oído externo hacia oído interno.
Al ser progresiva la enfermedad, “se le ofrece al paciente la oportunidad de mejorar su audición por tiempo prolongado, aun a sabiendas de que la enfermedad no se detiene, continua avanzando, en ocasiones de forma lenta y otras rápida", dice el especialista.
Datos guía
El número de mujeres con otosclerosis ha crecido de manera considerable. Los estudios muestran que 60% de las que padecen esta enfermedad es debido a causa de genes hereditarios que son trasmitidos de padres a hijos. El 40% restante se encuentra relacionado directamente con la implicación de las hormonas femeninas.
El embarazo y la toma de anticonceptivos son factores que detonan la aparición de la enfermedad. Entre 10 y 17% de las mujeres pueden presentar otosclerosis en cualquier momento del embarazo.
Ante cualquier sospecha de ataque de esta enfermedad es necesario acudir con el otorrinolaringólogo para verificar el estado del paciente y realizar varios exámenes: audiometría tonal con logoaudiometría e impedanciometría con un audiólogo que corrobore la enfermedad desde el punto de vista de la recepción, calidad y capacidad del sonido que escucha.
El doctor Andrés Sánchez dice que dejar pasar el tiempo y no atender el problema, se da una pérdida de audición que limita la comunicación y afecta a la calidad de vida de quien lo padece.