De tiempo atrás sabíamos que el manejo de los residuos sólidos era (es y seguirá siendo) un tema ecológico fundamental. La basura como comúnmente llamamos a los desechos sólidos que se generan en nuestras casas, empresas y edificios en las zonas urbanas, son conocidos como residuos sólidos municipales. Constituyen la forma más directa de generación de desechos pero no la única ni tampoco la de mayor importancia. Constituye solamente la punta del iceberg, ya que en forma indirecta, debido a nuestros patrones de consumo, se producen cantidades mucho mayores de residuos sólidos en la agricultura, minería y en las actividades industriales. En la mayoría de los países industrializados, la basura municipal no pasa del 4 % del total de los desechos sólidos generados.
En los Estados Unidos, sin duda el país más representativo de la "sociedad de lo desechable", el 1.5 % de sus residuos sólidos equivalían en 1990 a 168 millones de toneladas métricas de basura, las cuales se estima llegarán a más de 200 millones de toneladas en 2010. Para poner en perspectiva estas cifras, adentrémonos más en el terreno de lo absurdo y pongamos atención a las siguientes transformaciones que hace Miller en base a la composición de la basura que tira una persona normal de aquel país:
-"Se desecha aluminio suficiente para reconstruir la totalidad de la flota de aeronaves comerciales de los Estados Unidos cada tres meses.
-Se tiran las suficientes botellas de vidrio en un año como para llenar dos edificios de 412 m de altura.
-Si se acomodaran acostadas las llantas que se desechan cada año en los EU, darían la vuelta al mundo casi tres veces.
-Se tiran vasos y platos de plástico suficientes para servir en ellos la comida de cada habitante del planeta, seis veces al año.
-Si se colocaran extremo a extremo todos los 2,000 mil millones de rastrillos desechables, los 600 millones de bolígrafos y los 350 millones de encendedores desechables cada año, podrían alcanzar la Luna ida y vuelta.
-Cada hora los estadounidenses tiran alrededor de 2.5 millones de envases de plástico."
A cual de estas perturbadoras categorías le endosaríamos nuestra diaria generación de basura, acá en nuestro país desde luego, seguramente a casi todas les estaríamos pegando. Pero las cosas no paran ahí, si regresamos al objeto de nuestra crítica, toda la basura mencionada es solamente parte del 1.5% de los residuos sólidos totales. ¿Qué significa esto? Que el otro 98.5 % restante de desechos sólidos se estaría generando indirectamente en las actividades dedicadas a la fabricación de los productos mencionados, entre muchos otros. Por eso la basura municipal es sólo la punta del iceberg de los desechos sólidos.
En México se genera un poco más de 30 millones de residuos municipales, equivalente aproximadamente a un 15% del total de residuos sólidos generados. La mayor parte de esta basura corresponde a basura orgánica, como desperdicios de comida y jardinería, y a productos también potencialmente renovables como el papel y el cartón. Un 19 % de la basura municipal lo compone otro tipo de basura, entre los que se encuentran los pañales, condones y otro tipo de hules finos. El resto son productos de vidrio, plástico, aluminio, hierro y acero, entre otros minerales no-renovables.
Aunque en los datos oficiales no existe una proyección de la tendencia que seguirá la generación de basura en México, es posible afirmar que seguirá aumentando. Por lo menos el argumento de siempre así lo indica, la población mexicana sigue creciendo a un ritmo importante, lo cual supone un aumento en el consumo de recursos y en consecuencia una mayor generación de residuos sólidos.
La basura municipal tiene el potencial de causar daño a la salud de las personas, por eso es necesario removerla lo más rápidamente posible y de la manera más eficiente. En esta tarea, resulta fundamental el sistema de recolección y disposición de la basura, aspecto que por otro lado resulta ser un rubro costoso para los municipios.
