La calidad de la carne de conejo mexicana es reconocida y codiciada en muchos sitios del extranjero, ya que cuenta con todos los procesos de regulación y normas de higiene y calidad para una mayor seguridad de los consumidores.
Es una opción nutritiva, sobre todo porque es fuente de proteínas y minerales que todo mundo necesita
A la hora de programar el menú semanal, los encargados de la comida en casa deben incluir la carne de conejo, una opción saludable y barata.
Especialistas en nutrición afirman que su consumo frecuente, sobre todo entre niños, adolescentes y mujeres embarazadas, brinda beneficios nutricionales.
Indican que no hay secreto, pues se sabe que este producto animal posee un alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales. Apuntan que comer su carne ayuda a evitar padecimientos ligados a enfermedades coronarias, colesterol elevado y las que se derivan del exceso de peso o dietas inadecuadas.
Bueno, sano...
Un plato de conejo contribuye a un mejor funcionamiento de los sistemas digestivo y circulatorio. Ponerlo en la mesa da beneficios nutricionales y de salud, además de que es alternativa de sabor y de estilos de preparación.
La Asociación Nacional de Cunicultores de México explica que la carne de conejo se consume desde la época de la prehistoria en países como Francia y Bélgica, más tarde se desplazó hacia la Península Ibérica y a lugares como África y América.
Durante la Edad Media, este animalito de enormes orejas comenzó a domesticarse y a criarse en jaulas, dando origen a la que hoy se conoce como cunicultura.
En México, las razas más comunes y utilizadas en la cría y comercialización son la Nueva Zelanda Blanco, California, Chinchilla, Mariposa, Satinado Rojo, y algunos otros como el Azteca Negro, especies de tamaño medio con pesos adultos que oscilan entre los cuatro y cinco kilogramos.
En la época actual, el conejo destinado a la producción de carne es criado en modernas instalaciones diseñadas para el desarrollo de la especie. Los animales reciben cuidados y alimentación balanceada, basada en insumos de alto contenido en fibras como la alfalfa, girasol y salvado. Esta actividad es comparable a la utilizada en países europeos productores de carne de conejo como Italia, Francia y España.
Consumo al alza
En México, indica la asociación, la carne de conejo es muy apreciada por su precio accesible, ser suave, jugosa y de fácil digestión.
Gracias a su sabor y aspecto, se convierte en una alternativa de preparación versátil, ya que se puede consumir como embutido o escalado, así como preparados a las brasas, ahumados, en tamales o mixiotes; siempre acompañados por la infinidad de ingredientes y texturas que ofrece la vasta gastronomía mexicana.
El consumo promedio de carne de conejo entre la población va de 100 a 120 gramos por persona al año, debido al poco conocimiento del público sobre sus cualidades nutricionales o por algunos mitos que han rodeado al mamífero por décadas.
La calidad de la carne de conejo mexicana es reconocida y codiciada en muchos sitios del extranjero, ya que cuenta con todos los procesos de regulación y normas de higiene y calidad para una mayor seguridad de los consumidores.