Tras cinco jornadas del torneo Apertura 2009, justo es reconocer a aquellos equipos que han aportado calidad e imaginación en el quehacer futbolístico y mandarle dar un zape a los que con su pobre accionar tienen postradas a sus fieles aficiones.
Por supuesto que el selecto grupo está encabezado por el Toluca que si bien no lidera la Liga, manda en el Grupo Uno y hace ver tan fácil el jugar al futbol, que en ocasiones parece que estamos presenciando un partido en Nintendo o algún juguete electrónico parecido donde el jugador rara vez se equivoca o pierde el balón.
Monarcas, de la mano del "jefe" Tomás Boy, ha recuperado la alegría por jugar y anda en la cima, ayudados además por el gran momento que atraviesa Miguel Sabah, convertido en goleador con toda la barba.
Tras el "Clásico del Norte", el Monterrey se hace presente en este corte de caja para decirnos que, si Vucetich le saca el clutch, puede ser una poderosa maquinaria digna de ser tomada en cuenta para el título. Varios jugadores se llevan los reflectores pero a mí me impresiona el trajín de Walter Ayoví, de quien dijo Ricardo La Volpe cuando dirigió a Rayados: "No lo conozco". ¡Y eso que afirma haber "armado" a este equipo!
América tenía años de no gozar un inicio esperanzador y ahora hasta hilvana triunfos consecutivos. Independientemente de que los celestes tiemblan nomás de ver la casaca amarilla, lo cierto es que pusieron lo necesario para alargar la paternidad sobre los sufridos habitantes de La Noria.
Del otro lado están aquellos clubes que no dan pie con bola y tenemos que arrancar con los campeones Pumas de la Universidad. El cuadro de Ferreti luce inconexo, desarticulado y cometiendo una cantidad de errores que harían pensar que algunos jugadores ya no están para la Primera División. ¿Me estás oyendo, Bernal?
Indios y Querétaro jugarán, estoy seguro, un campeonato aparte, una especie de "carrera parejera" en la lucha por no descender. El abismo que media entre ellos y el resto, presagia que de aquí saldrá el próximo inquilino de la división de ascenso.
Sin embargo, el caso más sonado es el del Guadalajara, a quien de plano se le olvidó cómo jugar al futbol. Con solamente una victoria, anda paseando por el suelo los colores que tienen por fuerza que ser gloriosos. El único que se salva de la quema es el "Chicharito" Hernández, que pinta para crack, y los demás son una murga.
La culpa de este desgarriate es absolutamente de su propietario, quien en su necio afán de no reconocer que se equivocó al traer a Erikkson al tricolor, le entrega el timón a un hombre sin experiencia ni apego a la institución, Paco Ramírez, seguro pensando que por ósmosis se le pegaron los conceptos del estratega sueco.
No cabe duda, el que con niños se acuesta, amanece mojado.
Apbcarter_1@hotmail.com