Aunque amanecí contento y alabastrino, nada más lejos de mi intención que pretender abordar temas referentes a la sexualidad, como el título de esta colaboración lo indica.
Si bien es cierto, el descubrimiento del doctor Ernst Gräfenberg revolucionó las relaciones interpersonales al incluir todo un catálogo referente a las zonas erógenas de la mujer, el famosísimo punto "G", desmitificando y elevando el nivel del debate en cuanto a derecho al pleno goce de nuestras queridas y respetadas féminas, en esta ocasión me referiré a otro tipo de placer, el futbolero, luego de la holgada victoria del Tricolor ante Costa Rica.
Después de la exhibición, por momentos brillante, ante Estados Unidos, a la Selección Nacional le urgía una confirmación, una especie de sello de garantía para conseguir ganar en patio ajeno y la visita contra los ticos, líderes del certamen hasta ese momento, parecía la ocasión propicia.
Y vaya que lo fue, pues tras un primer tiempo difícil, trabado, rasposo y por momentos incluso violento, vino el zapatazo de Gio para enfilar al cuadro de Javier Aguirre a la obtención de tres puntos que, créame, amable lector, le cambian totalmente el rostro a esta eliminatoria.
Dicen los que de estos menesteres saben, que las tres "ges" del futbol son ganar, golear y gustar y creo que en esta ocasión el combinado azteca lo ha cumplido a cabalidad. La victoria no requiere explicaciones, es otra frase trillada en nuestro medio, pero es necesario ponderar los aciertos del "Vasco" y sus jugadores para lograr reenfilar la nave rumbo a Sudáfrica, barco que por cierto les entregaron desarbolado y a punto de naufragio. Lo primero son las convocatorias coherentes, es decir, que la discusión de café se gaste en uno o dos nombres pero que la lógica impere. Resultado de lo anterior, alineaciones pensadas y planeadas pues con el estratega sueco parecía de capricho el asunto y jamás se repetía un cuadro. Inyectar mística al jugador para que valore el significado de vestir la casaca nacional y se comprometa con el proyecto y, finalmente, reconquistar al público para que el idilio con su Selección sea permanente.
México está en el camino pavimentado rumbo al Mundial y sólo una catástrofe o la falta de humildad ante esta buena racha lo impediría.
Es necesario completar la faena en base a lo ya trabajado, cuyo resultado es positivo a ojos vistas.
Lo único negativo, me parece, es esa frecuente confusión entre tener la personalidad para no achicarse y el caer en el reto bravucón de matón de barrio que sólo acarrea problemas y suspensiones. Para que el gozo sea absoluto, sigamos invocando el punto "G" de los anotadores ante Costa Rica: Gio, Guille y Guardado.
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