LOS DE ABAJO Arrancó la liguilla del campeonato mexicano y todos los resultados favorecieron a los cuadros de abajo, aquellos que tendrán la obligación de redondear su actuación cuando, el próximo fin de semana, tengan que pagar la visita y buscar seguir con vida.
El mejor partido de esta fase fue, en mi opinión, el de Puebla ante Cruz Azul por lo emotivo, los muchos goles y las circunstancias que rodearon el resultado. Sí, ya sé que los expertos vendrán para tratar de explicar que hubo demasiados errores y que el futbol bien jugado no admite distracciones. Puede ser que tengan razón pero yo me inclino por aquellos equipos que te divierten y el cuadro de la franja es una garantía en ese sentido.
El duelo en cuestión no permitió respiro y así como la Máquina Celeste rescató el empate, bien pudo llevarse un marcador en contra que hiciera imposible su regreso. En ese tenor mucho tuvo que ver la deficiente actuación del silbante Erim Ramírez, a quien el pánico escénico consumió.
Amonestó muy temprano a Gerardo Torrado y luego el "Borrego" jugó el balón con la mano en forma intencional para el primer empate celeste. De haberse percatado el juez, el gol se hubiera invalidado y el "Jerry" tendría que abandonar la cancha por expulsión. Pero eso no sucedió, y poco tiempo después el capitán cruzazulino metió un gol de excelente manufactura porque seguía jugando por cortesía del buenazo de Erim. Sin embargo, la decisión de sancionar como penal un clavadazo de Jaime Lozano en una barrida de Jared Borgetti, constituyó un atropello reglamentario pues devolvió la vida al cuadro de Enrique Meza.
Un grave error de designación hizo que los "Chelís boys" tuvieran que lidiar con un árbitro nervioso y complaciente con la visita aunque hay que reconocer que le perdonó la tarjeta roja a Nicolás Olivera por "cepillar" a Lozano.
Santos le ganó a Monarcas con otro trabajo arbitral de escasa calidad. Germán Arredondo invalidó un gol legítimo a los de Torreón y expulsó a Vicente Matías Vuoso por reclamar airadamente. Del otro lado perdonó un par de penales favorables a la causa michoacana cometidos en perjuicio de Luis Gabriel Rey.
América sigue jugando espantoso, y en una cancha repleta de nostalgia y cariño por el malogrado futbolista Antonio de Nigris, tuvieron que soportar que su hermano Aldo les hiciera la anotación para así tener que ganar en el Azteca.
Rayados fue mejor, práctico y contundente y ahora habrá que ver si tienen la fortaleza mental y física de completar la faena. El arbitraje de Ricardo Arellano fue desconcertante.
El superlíder no sabe ganar en liguilla, por lo menos no al San Luis, y fue maniatado de principio a fin. Braulio Luna dio un juegazo y si no se definió el asunto fue por un lance de milagrería del arquero rojo Alfredo Talavera.
Veremos si los de arriba son capaces de remontar.
ARTURO BRIZIO
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