A UN PASO DE LA INMORTALIDAD
Un paso más y el liderazgo indiscutible en la NFL pertenecerá a los Acereros de Pittsburgh. Se quedarán atrás todo tipo de consideraciones y análisis, cualquier intento de restar méritos a los de oro y negro significará respirar por la herida. Ganar seis supertazones es simple y sencillamente único, nadie lo ha hecho y a eso aspiran los Steelers. Que si tuvieron suerte, que si a Chuchito lo bolsearon (el dicho cambió desde que Chucho Ramírez fue víctima de la inseguridad) todo, absolutamente todo, quedará atrás ante un hecho irrebatible.
Irrebatible: Que no puede ser rebatido por ser muy claro o evidente. Por lo tanto, pónganse en oración desde ahora, y me refiero a las sectas secretas y públicas que odian velada o abiertamente a los Acereros. De darse el sexto Super Bowl tendrán que agachar la cabeza y reconocer la grandeza de una dinastía gloriosa en el futbol americano profesional.
Vaqueros, 49’s, Patriotas, Raiders, Delfines, etcétera, tendrán que acostumbrarse a compartir la mesa, ya que aparte, muy aparte, comerán los Acereros. Sé que estas líneas refuerzan el deseo de las minorías frustradas de que Pittsburgh caiga el próximo primero de febrero en Tampa, estarán comentando, y les concedo razón, “si así este güe..., sin que ganen todavía el Super Tazón, imagínense si lo obtienen”.
Ni hablar, asumo la responsabilidad, en el remoto caso de que la cenicienta venida del desierto funda al acero, enfrentaré las consecuencias ante propios y extraños, no faltaría más.
Pero lo más probable es que ocurra lo contrario, entonces demandaré un trato preferencial cuando se hable de futbol americano, en todas las conversaciones donde se discuta al respecto, a mí y a todos los seguidores de Acereros se nos deberá de distinguir como la realeza de este deporte y ser tratados con deferencia (aunque les cueste trabajo bola de méndigos).
Ahora, un apunte personal, e incluso cultural, de uno de los mejores jugadores de la Liga y de los Acereros. La “cortina de acero” en su segunda versión nos hace sentir orgullosos, esta inexpugnable defensa es representada por ese magnífico atleta llamado Troy Polamalu, que cuando carga es un auténtico tsunami. El descendiente de samoanos es un cristiano ortodoxo convertido a esa religión por su esposa Teodora. Troy ha participado en peregrinaciones a Grecia y a Turquía. Es un hombre sumamente humilde y espiritual.
Al nacer Troy fue registrado como Troy Aumua, pero en enero del 2007 él hizo la petición legal para que fuera cambiado por su apellido materno Polamalu.
Cuando está en el campo de juego se transforma en una fiera que ataca con instintos homicidas a sus rivales. Pero fuera del mismo se torna en un dedicado jardinero que se enorgullece de la forma en que sus flores crecen. Además es aficionado a las sonatas de Chopin cuando en las tardes tranquilas las ejecuta en su piano.
Lo más rudo que hace en sus tiempos libres Troy es hacerle al carpintero. Como verán, todo un estuche de monerías mi buen Polamalu. Este ha sido un leve apunte acerca de este strong safety, sin duda el mejor en su posición.