La Columna de Rosell

Dirigir en la actualidad convulsa del futbol actual cien juegos ininterrumpidamente al mismo equipo llama la atención. Daniel Guzmán lo ha hecho con Santos Laguna. Además de Daniel hay dos sobrevivientes que pueden presumir de llegar y rebasar la centena de juegos dirigidos: Enrique Meza y Ricardo Ferreti, coincidentemente ayer se enfrentaron. "Ojitos" cumplió su juego 103 y "Tuca" sus 100.

Obviamente existe un entrenador mexicano que ha roto todas las marcas de permanencia en torneos cortos, se llama Raúl Arias; antes de aceptar dirigir nuevamente al Necaxa, Raúl tenía 122 juegos seguidos con San Luis, y antes, en su primera época con el cuadro eléctrico, llegó a 297 partidos dirigidos. Arias ahora tiene cuatro, y en Aguascalientes esperan que se vuelva a enrachar por el bien y la salvación de los Rayos.

Volviendo a Daniel, hubo algunos que se molestaron porque la gente de Santos le llevó un pastel conmemorativo por su centena de partidos, como si el mal momento que vive el equipo eximiera de algo el mérito, es como si alguien que pasa por un mal momento en su trabajo su familia decidiera no festejarle su cumpleaños. Hágame usted el favor.

Cien juegos y casi dos años y medio en Santos Laguna, en futbol son como "años perro" es una eternidad y lógicamente en una relación así las desavenencias surgen, concentraciones, viajes, pretemporadas, etcétera, es mucho tiempo de ver las mismas caras, los mismos chistes, la rutina es un rival difícil de vencer y cuando las cosas en el campo no se dan como se planearon, la losa pesa más, aquí lo importante es no dejar que una discrepancia crezca, que se resuelva lo más rápido posible, recargar pilas y a darle, que una victoria contra Chivas revive a cualquiera.

Efraín Flores, director técnico del Guadalajara, ha declarado su respeto al potencial de Santos y el reconocimiento a la labor de Guzmán, pero viene sin temores por los tres puntos, con un equipo debidamente reforzado y candidato al título. Efraín anuncia una defensa que la Selección Nacional del sueco despistado necesita desesperadamente, Aarón Galindo, Jonny Magallón, Héctor Reynoso, Ramón Morales, Sergio Ponce o Patricio Araujo. En medio, jóvenes del talento de Xavi Báez, Marco Fabián, Sergio Ávila. Adelante dos veteranos disputan el "nueve", Ochoa y Borgetti, Alberto Medina, Jesús Padilla, Xavier Hernández y el regreso próximo de Omar Arellano hacen ver las cosas con optimismo a Flores, un equipo lleno de chavos ahora sí cobijado por veteranos como Gonzalo Pineda y los ya mencionados. En el arco una realidad y otro candidato para Sudáfrica (si llegamos) Luis Michel.

¿Qué pondrá Santos Laguna ante el chiverío? Un grupo lleno de talento que se encuentra a nada de explotar su potencial. Aunque fue poco lo mostrado por la pareja Matías y Darwin contra el América, hacen abrigar esperanzas de verticalidad y opciones de gol tan escasas en las primeras cuatro jornadas. De domingo a domingo Santos tendrá tres partidos, en un abrir y cerrar de ojos ya estarán instalados en la jornada ocho, casi la mitad del torneo, no hay que dejar que Pachuca y Monterrey se alejen.

Nueve partidos en casa en este Clausura, pedir marca perfecta, sobre todo por la calidad de los rivales, era pedir demasiado, una derrota y un empate estarían dentro de lo presupuestado, el problema es que en los dos primeros juegos en el Corona ya te los gastaste, ahora pedir que ganen los 21 puntos que restan en casa suena más que exigente, pero pensando en el despertar del "guerrero" (acorde a la calidad de sus integrantes) no suena tan descabellado.

Por lo pronto, hoy en el Corona se espera la llegada del invitado (como diría don Emilio Fernando Alonzo), y al parecer vendrá acompañado por uno que otro gorrón, Santos y Chivas igual a goles, que así sea.

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