Ahora resulta que la peor derrota en lo que va del año en juegos oficiales sufrida por Santos Laguna fue contra un equipo que juega en lo equivalente a la segunda división gringa. Los Guerreros no habían perdido por dos goles de diferencia en siete juegos de Liga, y en su debut en los cuartos de final de la Liga de Campeones de Concacaf cae dos a cero en un escenario ideal para dejar una buena impresión, el Estadio Olímpico de Montreal, ante más de 50 mil espectadores y esto en pleno invierno canadiense. El viejo recinto inaugurado el 17 de julio de 1976 es techado, pero salir de noche, y no a disfrutar un juego de hockey (deporte nacional en Canadá), con una temperatura de menos quince grados está de pensarse, aún así los sorprendentes quebequenses impusieron una marca de asistencia para partidos de futbol soccer.
Cobertura continental por la tele, en fin, era un buen momento para recordarle a los foráneos que tienen todavía un pálido recuerdo de aquella victoria pírrica en la cancha del Monumental de River en la Libertadores 2004, precedida de un triunfo en el Corona contra el Cruzeiro, equipos de abolengo en nuestro continente. Esa fue sin duda la mejor aventura de los laguneros en el marco internacional. Había que aprovechar la vitrina para retomar un camino prácticamente inédito en el intento de convertir a este equipo en un referente fuera de nuestro país.
¿Qué es lo que queda? Ganar por tres de diferencia el próximo jueves por la noche en el Corona o por dos sin recibir, para forzar los penales y por supuesto continuar en la justa. En caso de que Santos permanezca en la competencia, volver a jugar ante más de 50 mil es imposible. Quitando a los chicos del Impact, el único estadio con capacidad similar es el de Ciudad Universitaria en México, y esto en caso de que los Pumas avancen (a "Tuca" le importa un pito el torneo) y se volviera hacer una promoción como aquella del 2005 cuando los Pumas recibieron al Saprissa de Costa Rica y los estudiantes presentando su credencial entraban gratis, en aquella ocasión 40 mil presenciaron el partido, estableciendo un récord, roto por el Impact-Santos el pasado miércoles.
Como se verá, fue una oportunidad lastimosamente desperdiciada, mandando como titulares a un grupo de futbolistas lejos del nivel de los titulares, dando como resultado la derrota y poniendo en serios predicamentos la permanencia del equipo en la competencia. Para empezar, la defensa número uno del Clausura tendrá que hacer un partido cercano a lo perfecto, permitir un gol a los canadienses podría poner a la ofensiva 17 del torneo mexicano en una situación inédita en el año: golear al rival.
La directiva santista tiene este torneo como un trampolín ideal para culminarlo en Dubai, codeándose con la crema y nata del futbol mundial; se suponía que incluso se privilegiaría sobre el torneo local, por eso llama la atención la decisión fallida de Daniel al calcular que colocando en la cancha a cinco suplentes bastaría para traer a casa "un buen resultado".
Una vez más, y como ha sido una bella costumbre a lo largo de la historia de esta institución verde y blanca, sus aficionados se volverán a colocar su camiseta santista, como cuando Indiana Jones saca del baúl sus arreos para ayudar al mundo del flagelo de los malos, la nación guerrera asistirá el jueves a llenar el Corona y pintarán la noche de los colores amados, tomarán a su equipo y lo levantarán para ponerlo en las semifinales, a sólo dos pasos de Dubai. No nos queda la menor duda, así como los "fríos" habitantes de Montreal asistieron en masa a apoyar a los suyos, toca el turno para los "cálidos" laguneros. Que América sea testigo que en los últimos juegos del Corona escapar ilesos es tarea imposible.
Que los chavos del Impact tiemblen desde que salgan a calentar, que se den cuenta desde antes del inicio del partido que el amado y entrañable Estadio Corona puede convertirse en el Monstruo de las 18 mil cabezas conocido por su capacidad de devorar rivales a lo largo de 39 años de existencia.
¡Ah!, se me olvidaba, no caería nada mal que se diera la primera victoria de visitante mañana en Aguascalientes contra el peor de la Liga. Sé que la posibilidad de que Necaxa se vaya sin triunfo en el torneo es imposible, en algún momento tendrá que ganar, y en su casa, contra el segundo peor visitante, que además no ha anotado afuera, suena ideal. Por otro lado, el Santos de Daniel no puede concluir un torneo sin imponerse aunque sea sólo una vez de visitante, además, los laguneros le han ganado a los "Rayos" los últimos dos juegos en el Victoria. Veremos qué tendencia prevalece.
